Un Manchester City con serias dudas en defensa mide el intento de revancha merengue

No hay dos sin tres. Es lo que quiere lograr el Manchester City, volver a apear por tercera vez al Real Madrid de la máxima competición continental y dejar en agua de borrajas el intento de revancha merengue.

Además de en 2020, el conjunto inglés fue el verdugo de los blancos en una de las semifinales de la pasada edición y desea repetir experiencia, de nuevo con el factor a favor de jugar la vuelta en su estadio.

En su contra, que cuenta con importantes dudas en su defensa, con Walker, Aké y Gvardiol pendientes de si podrán estar en el Santiago Bernábeu, además de que el cuadro de Pep Guardiola encaja más de lo acostumbrado esta temporada.

Lo suple de sobra con el enorme potencial ofensivo que cuenta, en el que este ejercicio está sobresaliendo Foden, quien ya ha superado la treintena de goles, cifra que también atesora Haaland, pese a la irregularidad de su curso actual.

A diferencia de un Real Madrid que ha descansado por la disputa de la final copera, otro factor desfavorable para los cityzens es que han tenido que acometer durante ese tiempo hasta tres compromisos importantes en su lucha por repetir título de Premier.

Esa fatiga e inseguridad atrás son aspectos que tratarán de exprimir los dirigidos por Carlo Ancelotti, picados en su orgullo y con el recuerdo todavía fresco del sonrojante 4-0 que les infligieron la campaña pasada en el Etihad Stadium.

Con respecto a aquella cita, la gran novedad de la escuadra blanca es la presencia en sus filas de un Bellingham cuya eficacia goleadora ha bajado enteros en las últimas jornadas, pero con la calidad suficiente como para desequilibrar una partido de estas características.

El apartado físico será importante y ahí el Real Madrid cuenta con ventaja, pues alguna de sus piezas fundamentales llevan sin competir en los últimos 24 días. Es el caso del siempre polémico Vinicius, que suele mostrarse bastante más comedido en Champions.

El técnico merengue también tiene alguna duda en la zaga, donde parecen jugarse un puesto Nacho y Tchouameni, ante la ausencia de Alaba y la todavía reciente recuperación de Militao.

Los gunners, con la vitola de favoritos

El otro conjunto inglés que todavía queda vivo en la Liga de Campeones, el Arsenal, recibe en su campo al Bayern de Münich. Los de Mikel Arteta, que recuperaron el liderato de su liga doméstica tras no poder pasar del empate el Liverpool ante el Manchester United, buscan hacer algo grande en Europa, subidos a su buena ola de fútbol y resultados.

El conjunto londinense, que solo ha llegado en una oportunidad a la final de Champions perdiendo frente al Barcelona de Ronaldinho, quiere amargarle todavía más la existencia a su rival bávaro, que tiene en Europa su última tabla de salvación, una vez perdida la Bundesliga.

Dada la antagónica trayectoria de ambos contendientes, los gunners parten con la vitola de favoritos, pese a que fueron eliminados en 2005, 2013, 2014 y 2017 por los germanos.

Su pleno de victorias en Champions en el Emirates Stadium, además de no haber encajado ni un solo gol, avalan dicha condición, frente a un Bayern que aterriza en Londres después de haber hincado la rodilla en sus dos últimos compromisos, frente a Dortmund y Heidenheim.

Bukayo Saka y Martin Odegaard comandan un grupo que dispone de la mejor pareja de centrales de la Premier –Gabriel y Saliba– y que tiene en el colectivo –siete jugadores suman cinco goles o más– su mejor baza.

Por contra, el mal ambiente generado en el vestuario del Bayern entre su técnico, Thomas Tuchel, y algunos pesos pesados de la plantilla se ha trasladado al césped, donde podría regresar Sané, acompañado de Coman, Gnabry y Musala.