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Los Nuggets reaccionan como campeones y pasan por encima de Minnesota a domicilio (90-117)

Con Jamal Murray redimido de sus estupideces del segundo partido, Denver ha borrado del mapa a unos Wolves que todavía ganan por 1-2 su Semifinal del Oeste. En el Este, Indiana Pacers se pone 2-1 después de que un triple de Andrew Nembhard haya roto la igualada para para ganar 111-106 a los Knicks.

Jamal Murray se ha dejado de tonterías y ha sacado su clase a pasear ante los Wolves. (David BERDING | AFP PHOTO)

MINNESOTA TIMBERWOLVES 90 (2) - DENVER NUGGETS 117 (1)

La manida frase de «nunca subestimen el corazón de un campeón», firmada por Rudy Tomjanovich, exjugador y exentrenador de los Houston Rockets, ganador de los anillos de 1994 y 1995 con Hakeem ‘The Dream’ Olajuwon al frente, es quizá una de las máximas que el mundo del basket más repite. Como si fuera un mantra, y con el habitual ventajismo de quien habla con el resultado de un partido delante de sus narices, siempre se alude a que no hay que dar por vencido a quien en otras ocasiones ha dado muestras de que nunca se rinde. Está por ver si los Denver Nuggets igualan su Semifinal de Conferencia Oeste frente a los Minnesota Timberwolves o si éstos se reponen del inesperado tortazo que han recibido en el tercer partido de su serie. Pero lo cierto es que, viendo cómo los Wolves cómo maniataron a los vigentes campeones en los dos primeros partidos de esta ronda, nadie hubiera imaginado una paliza tan acusada justo en el momento del traslado. Pero claro, nunca hay que subestimar el corazón de un campeón.

Jamal Murray ha sido tal vez el ejemplo más claro de esta reacción. El base-escolta canadiense de los Nuggets firmó un segundo partido desastroso, desquiciado por la defensa de Minnesota, al punto de dedicarse a lanzar toallas y otros objetos a la pista con el partido aún en vivo, en una secuencia poco edificante que cerca estuvo de provocar un susto entre los Wolves –mirando por un rebote, Karl-Anthony Town cerca estuvo de pisar uno de esos objetos, con el peligro de sufrir una torcedura– y que a resultas de ello ha tenido que pagar una multa de 100.000 dólares. Y suerte tienen Mike Malone y los suyos de que Murray jugara este partido, porque estuvo rozando el partido de suspensión. Pues bien, ese mismo Jamal Murray ha firmado 24 puntos, elevándose muy por encima de los abucheos que le ha dedicado la gente del Target Center, con un 11 de 21 en tiros de campo, dejando atrás su 3 de 18 del segundo partido.

Junto con el canadiense, no podía faltar Nikola Jokic a su cita. Dos días después de recibir su tercer galardón de MVP de la Fase Regular, el pívot serbio has rozado el triple doble con 24 puntos, 14 rebotes y 9 asistencias, en una actuación coral en la que el quinteto titular de los de Colorado ha llegado a un mínimo de 12 tantos, en un duelo encarrilado por Denver en la primera mitad y rematado en el tercer asalto.

No ha habido manera de los Wolves. Después de maniatar a su rival en los dos primeros partidos de la serie, y eso que Rudy Gobert –flamante «tetracampeón» del título de Defensor del Año–, no estuvo en el segundo encuentro, los Wolves se han visto barridos desde el primer momento. Los Nuggets han salido a por todas, cerrando su retaguardia a las exhibiciones de Karl-Anthony Towns y Anthony Edwards y poniendo tierra de por medio desde el salto inicial. El 41-56 del descanso ha sido casi un buen resultado para Minnesota, toda vez que han tenido que lidiar con desventajas que ya en la primera mitad han llegado a los 20 puntos.

Pero lo peor estaba por llegar para los Wolves: parcial de 25-37 al canto en el tercer período y se acabó lo que se daba. Los Nuggets han rozado el 5 % de acierto en tiros de tres puntos y han firmado un 58% en tiros de campo para dar un golpe en la mesa.

«Esta victoria es un poco mejor que el MVP», ha declarado Nikola Jokic tras resolverse el trámite del último cuarto. «Sabemos lo que podemos hacer, sabemos que hemos estado en situaciones complicadas y sabemos que podemos remontar. Tenemos que jugar como campeones, con esa mentalidad», ha rematado el «Joker».

INDIANA PACERS 111 (1) - NEW YORK KNICKS 106 (2)

A falta de 41 segundos para terminar el partido, el tercero de las Semifinales del Este entre Indiana y los Knicks cuando Jalen Brunson ha conectado un triplazo que ha igualado el duelo a 106. Tiempo muerto de Rick Carlisle, con 35.000 dólares menos en el bolsillo tras sus protestas arbitrales luego del segundo encuentro de esta ronda y todo se ha decidido en un santiamén.

Para empezar, la jugada diseñada por el técnico de Indiana no ha salido, pero el base canadiense Andrew Nembhard, que llevaba dos puntos y una carta de tiro de 1 de 7, se ha levantadodesde más allá del arco y, parando los corazones de los reunidos en el Gainbridge Fieldhouse –incluyendo toda una Caitlin Clark, que por algo defiende los colores de los Indiana Fever de la WNBA–, ha clavado el triple que ha decidido el partido y ha puesto el 2-1 a esta serie que acaba entre emociones y tortas cada día. Brunson no ha podido darle réplica al triple de Nembhard y Aaron Nesmith ha rematado el encuentro desde la línea de tiros libres.

El duelo ha podido caer hacia cualquier lado y por eso, para regocijo del espectador neutral, ha caído del lado de los Pacers, que demuestra un día más que es un equipo joven, hambriento y sin miedo a nada. «Estábamos 0-2 y necesitábamos esa victoria. Simplemente entendimos que tenemos que jugar de forma desesperada ahora mismo. Jugamos más duro y eso nos dio el triunfo» ha indicado Tyrese Haliburton, estrella de los Pacers que se ha ido hasta los 35 puntos y 7 asistencias, bien secundado por los 26 tantos y 7 rechaces del camerunés Pascal Siakam –que ya sabe lo que es ganar un anillo, ya que formó parte de los Toronto Raptors campeones de 2019– y los 21 puntos y 10 rebotes de Myles Turner. Pero como sucede algunas veces, el héroe no llevaba capa, sino un 1 de 7 en tiros de campo, pero el pulso no le ha temblado a la hora de la verdad.

Así las cosas, los 35 puntos de Donde DiVincenzo –con 7 de 11 en triples– y los 26 de Jalen Brunson esta vez no han alcanzado para los de Gran Manzana, a pesar de que merced a un parcial de 22-32 en el tercer cuarto le han metido el miedo en el cuerpo a los Pacers, ya que se han adelantado en el marcador y el 3-0 ha estado rondando durante no pocos minutos hasta el desenlace.

«Siente mejor el 1-2, pero sabemos que en dos días tenemos otro partido que ganar para proteger nuestra cancha. Así que tenemos que descansar y estar preparados», ha rematado Haliburton en sus declaraciones a pie de pista, y es que los tres partidos de esta serie se han decidido por menos de 10 puntos de diferencia, lo que indica el desgaste que cada acción supone para sus protagonistas. Las molestias, las pérdidas de balón –Brunson ha brillado, pero entre sus molestias en un pie y sus 5 pérdidas, ha deslucido un tanto su desempeño– y el temple en los momentos más calientes dictará cuál de las dos franquicias pasa alas Finales del Este. Lo cierto es que, quien sea, pasará con un desgaste físico importante, aunque tal vez haya blindado una mentalidad a prueba de bomba.