Jaylen Brown tira de Boston ante unos Pacers a los que se les acumulan los problemas

BOSTON CELTICS 126 (2) - INDIANA PACERS 110 (0)

«Demasiados Enemigos» fue el título del último disco de Eskorbuto, y con algo así pueden estar encontrándose los Indiana Pacers en su final de conferencia Este frente a los Boston Celtics. Pese al 2-0 que campea en el marcador a favor de los «Orgullosos Verdes», no se puede descartar aún a Indiana, que también fue capaz de voltear un 2-0 y un 3-2 en su serie anterior ante los Knicks, pero a diferencia de aquella eliminatoria, en esta su rival cuenta con el plantel casi al completo –y se especula que Porzingis podría estar para el tercer o el cuarto partido–, mientras que una de las estrellas de los Pacers, Tyrese Haliburton, ha tenido que abandonar el segundo duelo de esta serie en el tercer cuarto, aquejado por un problema en el muslo.

«Tiene un problema en el muslo izquierdo. Sabremos más el viernes en y probablemente incluso más el sábado. Creo que es el mismo muslo que antes –a cuentas de unos problemas musculares que lo obligaron a parar durante diez partidos en enero–. Le duele, creo que puedo decir que le duele. No tengo muchos detalles. Le dolía al descanso, le estuvieron tratando al descanso. Salió, lo intentó, lo dio todo. No he hablado con él, pero no estaba bien», ha explicado el técnico Rick Carlisle.

Y por si fuera poco, se han topado con un Jaylen Brown que, después de evitar la derrota en el primer encuentro de la serie con un robo y un triple, en este segundo ha liderado el 126-110 final con 40 puntazos, por 23 tanto de Jayson Tatum como de Derrick White. Ante ello, solo Pascal Siakam, con 28 tantos y Andrew Nembhard, con 16 han opuesto una resistencia efectiva, al tiempo que Haliburton, mermado como ha jugado, se ha quedado en 10 puntos, con una carta de tiro de 4 de 8 –2 de 6 en triples–.

Parcial de 20-0

Con todo, Indiana ha empezado fuerte y ha llegado a adelantarse 22-27 poco antes de terminar el primer cuarto. Es ahí cuando Boston ha asestado su primer gran golpe al partido, en forma de parcial de 20-0, de los cuales la mitad de los puntos han corrido a cargo de Jaylen Brown.

Según su entrenador Joe Mazzulla, el hecho de haber quedado fuera de los Quintetos Ideales –al tiempo que su compañero de equipo Jayson Tatum figura en el primero de esos grupos, junto con Giannis Antetokounmpo, Shai Gilgeous-Alexander, Luka Doncic y Nikola Jokic– ha motivado más de lo habitual a un Jaylen Brown que ha querido mostrar a los votantes de estos premios que él también tenía sitio en esa simbólica élite.

«Jaylen es de mis jugadores favoritos. Creo que le interesa –entrar en el citado ‘All-NBA’–, en el sentido de que es algo que lo motiva. Luego ganar es lo más importante», ha indicado Mazzulla, aunque enfocando esa reivindicación personal no al egoísmo sino a la mejora continua. «Tiene la habilidad de mejorar, de trabajar duro. Tiene motivaciones y no tiene miedo a trabajar en las áreas que puede perfeccionar. Creo que esas cosas lo motivan. Me gusta entrenarlo y verlo trabajar», ha señalado.

Indiana, en todo caso, no se ha arredrado y, de la mano de Siakam, ha aguantado el chaparrón para volver a empezar a limar esa desventaja. Tanto es así que en el tercer cuarto ha vuelto colocarse en la estela de su adversario, con un 68-66 prometedor. Pero en esas ha llegado la obligada retirada de Tyrese Haliburton y el duelo ha entrado en otra fase.

Jayson Tatum manda

Sin que Jaylen Brown haya dejado de castigar el aro de los Pacers, Jayson Tatum ha encontrado el ritmo anotador en este momento. Pese a que Nembhard ha procurado no dejar solo a Siakam en la tarea de replicar a la anotación de los Celtics, Derrick White se ha sumado también al carro de los «Orgullosos Verdes», por no hablar de la sorda labor de Jrue Holiday, que ha firmado 15 puntos y 10 asistencias. Ante ello, el marcador se ha disparado hasta un 93-78, toda una alertas roja para los Pacers.

Una alerta que no ha hecho más que intensificarse para los visitantes. Porque Boston ha seguido apretando el acelerador hasta ponerse con un 113-94 de máxima renta, para regocijo de un TD Garden que se empieza a relamer con la opción de volver a unas Finales de la NBA y, ante todo, con la posibilidad de volver a desempatar a su favor con Los Angeles Lakers como franquicia con más anillos de toda la NBA.

Cierto es que los Pacers han bajado los brazos a partir de verse con 19 puntos de desventaja y que el 126-110 final casi ha sido unas «gracia» concedido por los Celtics, pero esto no supone que la Final del Este ya esté finiquitada. Evidentemente, cuanto más grave sea la lesión de Haliburton, más difícil lo tendrán los Pacers en darle la vuelta a la serie, pero si están en las Finales de Conferencia, en buena medida se debe a que aún no han perdido un partido en su casa en lo que va de postemporada.

A eso se aferra también Rick Carlisle. «Creo que el sábado habrá un gran ambiente en nuestra cancha –el Gainbridge Fieldhouse–», ha indicado el entrenador de Indiana. Por más que sea consciente de lo difícil que se le ha puesto el poder llegar a las Finales de la NBA, sabe que su equipo se lo pondrá difícil en cuanto esté en su mano y que si los Celtics quieren seguir su camino en estos play-offs, no se van a encontrar con una alfombra roja.