La victoria soñada de Yurani Blanco, la balear que se propuso ser ciclista en Euskal Herria
Ha desarrollado toda su carrera en conjuntos vascos desde que con 18 años fichó por el Ugeraga juvenil, para pasar al Sopela, Bizkaia-Durango y Laboral Kutxa. «Conseguir un doblete con Usoa Ostolaza es algo histórico en una subida mítica como Arrate», destaca. Las dos disputan la Vuelta a Andalucía.
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Yurani Blanco (Palma de Mallorca, 1998) transmite tras lograr el domingo en Arrate la victoria con la que soñó la chavala que quiso ser ciclista en Euskal Herria «mucha felicidad. Siempre pensé que ganar es muy difícil, solo gana una, y quería lograr mi primera victoria profesional en Euskadi. Para mí no es lo mismo que ganar en otro sitio y hacerlo en Arrate, con la afición, con mucha gente conocida de las carreras desde hace años, con Joane Somarriba... es lo más especial de mi vida».
Comenzó con la bicicleta con diez años en Palma de Mallorca, conoció las pruebas vascas de la Copa de España en categoría cadete con un equipo valenciano y, tras ver la afición y la cantidad de carreras que se organizaban, entendió que Euskal Herria era el mejor sitio para cumplir su sueño de ser ciclista.
Así llegó con 18 años en 2016 al Ugeraga, juvenil del Sopela, con el que corrió dos años, otras dos campañas (2018-19) con el equipo UCI, antes de pasar al Bizkaia-Durango (2020-21) y apostar por el ciclismo en 2022 con el Laboral Kutxa.
«Me daban todo lo que tenían»
Recuerda que «con el Sopela venía solo a correr, cada semana iba y volvía en avión y el equipo cubría los viajes y me ponía el hotel, la ropa, la bicicleta... Al fichar por el Bizkaia vivía en un piso que el equipo tenía en Durango para las corredoras y corrimos más carreras internacionales. Los dos no podían pagarme un sueldo, pero me lo cubrían todo y estoy muy agradecida porque me daban todo lo que tenían. Fueron muy importantes en mi formación».
El Bizkaia le dio la oportunidad de correr La Course del Tour, la Vuelta, el Giro y otras carreras internacionales que no podía acabar porque lo compaginaba con sus estudios de un Grado de Educación infantil: «Cuando terminé me centré en la bicicleta. Ahora tengo el nivel porque me puedo dedicar a esto. Antes era imposible. Corría pruebas internacionales en las que luchaba por entrar en el control».
Recuerda que «en 2022 llego al Laboral Kutxa porque me iba a dar una última oportunidad ese año de dedicarme exclusivamente a la bicicleta. El equipo no me podía ofrecer entonces una nómina, pero con mis medios y los del Laboral Kutxa intenté hacer un año bueno para dar el salto al profesionalismo y empecé a tener resultados».
Yurani Blanco destaca que «en Eibar logré mi primer Top 10 en una carrera profesional, luego el bronce en el campeonato de España y coincidió que el equipo iba a dar el paso al profesionalismo y firmé dos años con Laboral. Estoy muy contenta y agradecida porque me he formado en Euskadi. Estoy muy arraigada a esta tierra, en la que he vivido, tengo muchos amigos y he crecido como ciclista y persona».
Tres pilares
Valora las condiciones que ofrece ahora Laboral Kutxa en su apuesta de intentar llegar al World Tour: «Me gustaría agradecer a los patrocinadores, a Ander Toña, Aitor Galdos y Ion Lazkano, que son tres pilares en el equipo para que vaya creciendo. Lo del domingo tiene mucho que ver con el trabajo de los tres durante tanto tiempo. No solo es apostar por el ciclismo femenino, sino por las ciclistas de aquí, por el equipo de casa. Dice mucho de ellos. El trabajo da sus frutos, a veces tarda más, pero acaban llegando. El Laboral Kutxa apuesta por el equipo y apostaba conmigo y sentía que les debía una victoria profesional. Tenía ese objetivo en mente y conseguirla en la clásica de Eibar, en Arrate y en Euskadi es todavía mejor».
Aunque viven en Mallorca, comparte ese sentimiento con su pareja, Xavier Cañellas, con el que lleva siete años y que como ella vino de las Islas Baleares a formarse en Euskal Herria en el Caja Rural amateur y al que el Euskaltel ha dado una oportunidad en su equipo profesional esta temporada.
Yurani Blanco ha tenido que superar dos meses muy duros: «Tuve una lesión en el isquio, problemas en la espalda y una gastroenteritis en una concentración en altura. Se juntó todo. Estuve dos meses parada sin competir. Cuando me recuperé, no tenía mucho calendario y empecé a entrenarme bien con el objetivo de volver lo más fuerte posible e intentar ganar. Era mi objetivo».
Volvió con un décimo puesto en la clásica de Nafarroa que le permitió ganarse una plaza en la Itzulia: «No sabía muy bien lo que iba a correr. Me convocaron a la clásica navarra, fui a dar lo mejor y a hacer un buen resultado y de ahí me llevaron a la Itzulia, Durango y Eibar. Las carreras de casa son muy importantes, las conozco y me dan un plus».
«Fue una sorpresa»
En Eibar su mérito y el de Usoa Ostolaza es mayor porque trabajaron durante la carrera para Ane Santesteban y lograron las dos primeras plazas: «Fue una sorpresa porque no me lo esperaba. Tenía mucha ilusión de correr la clásica de Eibar y hacer un buen resultado».
Yurani Blanco explica que «el plan era que Usoa, Ane y yo estuviéramos guardadas de cara a la subida final, pero Movistar lo puso difícil desde el inicio. Tuvimos la baja de Idoia Eraso, que se cayó, Eneritz Vadillo no se encontraba bien y con cuatro tuvimos que controlar muchos ataques. Nos tocó gastar mucho a Usoa y a mí. Me puse a tirar en Itziar y, al entrar en la fuga que llegó, tuve que poner mucho ímpetu porque veía que algunas corredoras no pasaban y quería que todas lo hicieran para empezar a subir con el máximo tiempo. Sabía que había gastado, pero tenía una bala e iba a por todas».
Supo gestionar la dura subida final: «Había ido el viernes a reconocerla. Sabía cuanto tiempo podía estar subiendo y a los vatios que podía ir. Cuando las demás empezaron fuerte, vi que ese ritmo no lo podía mantener toda la subida. Fui al mío sin dar muchos tirones y las corredoras que forzaron lo pagaron y yo en el último kilómetro sentí que me quedaba fuerza para dar el último arreón. Me quería mantener a distancia de la del Human, Christie, y, cuando quedaban 500 metros, hice el último esfuerzo para dejarla y ganar».
La alegría fue mayor al ver que tras ella llegaba Usoa Ostolaza: «Poder hacer doblete para el equipo es algo histórico en una subida tan mítica como la de Arrate. Se va a quedar para la historia y ojalá vengan muchas más como ésta».
Del 21 al 18 en el ranking UCI
Ane Santesteban fue novena y entre las tres sumaron 390 puntos que suben al Laboral Kutxa del puesto 21º al 18º en el ranking UCI: «Está muy bien porque el equipo tiene el objetivo de ganar y hacerlo bien, pero es muy importante conseguir los puntos necesarios y esto nos da motivación y ganas de seguir trabajando en las próximas carreras».
Yurani Blanco y sus compañeras Lourdes Oyarbide, Usoa Ostolaza, Nadia Quagliotto, Cristina Tonetti y Eneritz Vadillo buscarán más puntos en la Vuelta a Andalucía desde este miércoles al sábado, donde solo compiten cinco equipos del World Tour, los tres de Eibar –Movistar, Human y Roland–, junto a Uno-X y Liv Aiula.
Allí el año pasado Marta Romeu dio la primera victoria UCI al Laboral Kutxa. La balear deja claro que «vamos con muchas ganas, con la moral de saber que estamos bien y podemos disputar las etapas y la general. Vamos a intentar hacerlo lo mejor posible».
El Laboral Kutxa no sabe aún si será invitado al Giro. Yurani Blanco prefiere correr el Tour, pero recuerda que «queda mucho y no me gusta pensar demasiado en el futuro. Uno de mis objetivos este año era lograr mi primera victoria de profesional y quiero disfrutar y darlo al 100%. Lo que tenga que llegar llegará».