Anillo número 18 para los Boston Celtics, ganadores sin dar ninguna opción a Dallas (106-88)
Con 31 puntos de Tatum y 21 del MVP de las Finales Jaylen Brown, los «Orgullosos Verdes» han sentenciado el partido y la eliminatoria en la primera mitad, mientras que tras el descanso han podido disfrutar pese a los intentos de Doncic e Irving de alargar unas Finales de la NBA decididas por 4-1.
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BOSTON CELTICS 106 (4) - DALLAS MAVERICKS 88 (1)
¡Larga vida al campeón! Los Boston Celtics vuelven a campear, sumando un anillo más a su colección tras el que cosecharon en 2008 y, de paso, volviendo a ponerse en cabeza en el ranking de la NBA con 18 entorchados en su haber, uno más que Los Angeles Lakers, segundo en esta simbólica clasificación.
Lo que no resulta simbólica ha sido la autoridad con la que los «Orgullosos Verdes» han machacado a los Dallas Mavericks en este quinto partido de las Finales de la NBA. Ya desde el primer cuarto, los pupilos de Joe Mazzulla han ido directos a por su objetivo y no han dejado ni medio resquicio a la sorpresa. Después de la paliza que se llevaron en el cuarto partido, un triunfo que de alguna manera salva la «honrilla» de la franquicia texana, los Celtics han saltado a un repleto TD Garden a la yugular, dispuestos a finiquitar su serie sin dar ninguna opción. Y a fe que lo han conseguido.
«No me puedo creer que seamos campeones. Lo hemos logrado, pero no me lo puedo creer», ha declarado un emocionado Al Horford, quien a sus 38 años ha cerrado el círculo de su carrera deportiva –a falta de decidir si sigue o no con ella– después de 17 temporadas en la NBA y lo ha hecho de la manera soñada. «Así es justo como me lo imaginé: aquí en el Garden, con nuestros fans, todos juntos. Así es como lo vi», ha declarado el pívot dominicano.
Jaylen Brown se ha ganado el galardón de MVP de estas Finales, aunque en este quinto partido Jayson Tatum haya sido el máximo anotador con 31 anotador, por 21 de Brown, 15 tantos y 11 rebotes de un sacrificado Jrue Holiday, quien ha vuelto a amargarle la tarde a Kyrie Irving con su defensa, y 14 de Derrick White. Esos han sido los principales baluartes ofensivos de unos Celtics que han recuperado a Porzingis para este último duelo, pese a que el letón ha declarado que deberá pasar por el quirófano ahora que ha terminado la campaña, perdiéndose el Preolímpico de Riga y los Juegos de París por un problema en el tendón tibial.
«Hay un trabajo de equipo, comparto este MVP con mis hermanos, con Jayson Tatum que estuvo conmigo todo el camino», ha declarado un emocionado Jaylen Brown cuando ha recibido el galardón de MVP. Un jugador de indudable talento pero al que la sospecha de una posible prematura ausencia de motivación fuera a lastrar siempre ha perseguido, más aún después de firmar un contrato de 304 millones de dólares por cinco temporadas, amén de su compromiso social y político, tan en boga en los últimos días.
De hecho, Jaylen Brown es desde 2019 uno de los vicepresidentes del Sindicato de Jugadores de la NBA, en 2020 condujo 15 horas de Boston a su Atlanta natal para manifestarse en las protestas tras la muerte de George Floyd a manos de la Policía y tiene una fundación (The 7uice Foundation) también enfocada a luchar contra el racismo, amén de ser un amante del ajedrez.
Pero como él mismo ha declarado, el triunfo ha sido más coral que nunca, sobre todo en una primera mitad en la que los «Orgullosos Verdes» se han escapado hasta un 67-46 al descanso, dejando el camino allanado al título.
Luka Doncic ha intentado darle la réplica a los Celtics, pero sus 28 puntos han sido como clamar en el desierto, sobre todo porque un Kyrie Irving muy bien defendido ha firmado un 5 de 16 en tiros de campo y ni sus 9 asistencias han arreglado ese desaguisado.
Mientras, los Celtics han sabido administrar su renta tras el descanso, sin dejarse vencer por el vértigo, toda vez que Tatum y Jaylen Brown han estado codo con codo para evitar cualquier posible susto de última hora.

«Hemos respondido todo el año y este partido no fue diferente. Se lo debíamos a nuestros fans... Ha sido un largo viaje, ha sido un largo viaje, pero ¡oh, Dios mío!, es una sensación surrealista. Lo hicimos. ¡Lo hicimos!», ha declarado el alero de los Celtics, completamente embargado por las emociones.
El legado
Por su parte, el técnico Joe Mazzulla ha recordado y elogiado el legado de todos los que pasaron por Boston antes de que ellos consiguieran esta noche el anillo número 18 de la franquicia de verde.
«Creo que lo más importante, algo que ha pasado por mi cabeza durante este proceso, es que no puedes perder de vista la gente que vino antes que nosotros», ha reflexionado tras el partido.
«Quiero asegurarme de que cada persona que ha trabajado por los Celtics, que ha jugado para los Celtics y que no ganó, sepa que su trabajo y lo que hicieron no ha pasado desapercibido y que jugó un papel en donde estamos ahora hoy», ha subrayado.
Mazzulla es, por otro lado, el entrenador más joven, a sus 35 años, en ganar el título de la NBA desde el legendario Bill Russell –también tenía 35 cuando ejerció de jugador-entrenador en la temporada 1968/69–. Precisamente por su condición de «triunfador precoz», Mazzulla ha comentado que es «fácil» que cuando uno no gana en un equipo como este su trabajo sea «ignorado».
«Cuando llegué aquí por primera vez, el personal, el equipo de entrenadores de Brad Stevens –ahora ejecutivo de la franquicia–, los cimientos que habían construido con estos tipos cuando eran jóvenes... Son razones por las que estamos aquí... Solo porque ganamos no significa que lo que la gente hizo antes que nosotros no fue igual de importante», ha insistido.

Obviamente, los Mavericks han mostrado el reverso de la moneda, a pesar de querer poner buena cara. Sobre todo un Luka Doncic al que su físico fondón y su escasa defensa le han hecho ganarse críticas por él nunca conocidas en su llegada a la NBA. Tanto el esloveno como Kyrie Irving han prometido pelear para volver a otras Finales, aunque habrá que verlo.
«No importa si tenía dolor, estuve en pista jugando, pero no hice lo suficiente», ha reconocido el alero balcánico, quien pese a todo se ha mostrado orgulloso por el desempeño de sus compañeros. «Estoy orgulloso de todos los jugadores que saltaron a la pista, entrenadores, obviamente no ganamos las Finales, pero hicimos una gran temporada. Estoy orgulloso», ha querido insistir.
«Los Celtics son un gran equipo. Han estado juntos durante mucho tiempo y han superado las adversidades. Lucharemos la próxima temporada», se ha despedido, honrando a los campeones.
Por su parte, Kyrie Irving ha afirmado que ve en su equipo «una oportunidad» para construir un futuro brillante para los texanos.
«Tengo mucha confianza. Hay algo positivo que podemos sacar de esta serie, que es el hecho de haber llegado tan lejos y lo orgulloso que estoy de estos chicos. Hemos contestado a muchas preguntas y ahora se trata de tener continuidad», ha explicado el base de los Mavs.
«Veo una oportunidad para crear nuestro futuro en Dallas de forma positiva, un futuro en el que esto sea algo habitual para nosotros, competir por el título», ha dicho.
No hay que olvidar que Kyrie Irving tiene ya 32 años, pero al parecer la edad no le ha pesado. Es más, ha indicado que «esta ha sido la temporada en la que más he disfrutado».
«Cuando tienes este tipo de ambiente, creo que es fácil alcanzar grandes objetivos porque todos están unidos y trabajan con alegría», ha asegurado, pese a no poder acceder al anillo de 2024, que está en poder de los Boston Celtics desde hoy por toda la eternidad.