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Francia-Bélgica, una revancha tras el Mundial 2018 que llega demasiado pronto

Francia y Bélgica volverán a verse las caras demasiado pronto, en lo que es una revancha de las semifinales del Mundial de 2018 –lunes, 18.00–, mientras que Portugal no se fía de Eslovenia –lunes, 21.00–, con quien perdió en un amistoso el pasado marzo.

Mbappé y De Bruyne, los dos jugadores franquicia de Francia y Bélgica que deben marcar las diferencias. (Thomas KIENZLE | AFP PHOTO)

Antes de lo previsto, Francia y Bélgica disputarán este lunes un duelo a muerte, que derivará en que uno de ellos hará las maletas. Su irregular papel en la fase de grupos les ha llevado a enfrentarse en octavos, cuando las previsiones iniciales podían apuntar a un combate en una eliminatoria más tardía.

Para los dirigidos por Domenico Tedesco tiene además un aliciente añadido. Se trata de toda una revancha después de que los diablos rojos fuesen eliminados en las semifinales del Mundial 2018 a manos de los bleus.

Ambas escuadras coinciden en el mismo mal: la falta de puntería. Hasta el momento, han necesitado un sinfín de remates para marcar solo dos goles cada una de ellas en lo que se lleva de campeonato.

Mbappé ha sido el autor de ambos por parte francesa –uno de ellos en colaboración con el defensa austriaco Maximilian Wöber– y De Bruyne de uno, los dos futbolistas que hasta ahora han sostenido con su protagonismo a sus respectivos combinados.

Lejos de convencer, Francia ha sembrado muchas dudas en su grupo, donde comenzó ganando a Austria, pero luego empatando frente a Países Bajos y Polonia. Especialmente la imagen que dejó en este último compromiso, donde pudo perder en el tramo final, es una de las razones de esas incógnitas.

El bloque de Didier Deschamps ha dejado mejores sensaciones en defensa que en ataque, cuando precisamente su faceta más temible era a priori la ofensiva. Ousmane Dembele ha sido menos desbordante de lo que acostumbra, Marcus Thuram todavía no ha demostrado nada y Antoine Griezmann ha estado desaparecido, siendo relegado al banquillo frente a los polacos.

Su regreso al once parece ser la novedad previsible del once galo, aunque no está claro si conformará el trío de ataque, junto a Mbappé y Dembele –ambos apercibidos de sanción–, o será el enganche formando la punta más adelantada de un rombo en la medular.

Tampoco han sido buenas las sensaciones de Bélgica hasta el momento. Tropezar contra Eslovaquia le obligó a salir a por todas frente a Rumanía, pero el empate ante Ucrania, coqueteando con la eliminación, le enfrentó a su propia afición.

Molesta por la marcha del equipo, lo expresó al final de ese partido y los jugadores, que en principio tenían pensado ir a saludar, guiados por De Bruyne, se lo pensaron mejor y se marcharon a vestuarios. Un divorcio que ayuda todavía menos al reto de meterse en cuartos.

El gafe que persigue al ariete de la selección belga, Romelu Lukaku, parece haberse trasladado al resto del vestuario, planeando la sombra del mal papel que protagonizó en Qatar y que podría tener continuidad en Alemania.

Una generación de jugadores que hace una década apuntaba a grandes hazañas, pero que se ha tenido que conformar hasta el momento con un tercer puesto en Rusia, su mayor logro.

No se espera que Tedesco aplique grandes novedades en su once tipo, más allá del regreso del sancionado Dodi Lukébakio, que relegaría al banquillo a Leandro Trossard. El Dusseldorf Arena dictará sentencia, que será tragedia para uno de los dos combinados.

Ilusión eslovena

Con el último precedente como aviso, un amistoso disputado en marzo pasado, Portugal no puede confiarse lo más mínimo ante una Eslovenia que le superó en aquel encuentro por 2-0.

El mismo resultado que los lusos, con un bloque plagado de teóricos suplentes, cosecharon frente a Georgia, un aviso a navegantes y que afeó una inmaculada fase de grupos hasta ese momento.

Los eslovenos, además, todavía no conocen la derrota en este torneo, al haber sumado tres empates que les han permitido asomarse por primera vez en su historia a unos octavos de la Eurocopa.

Haber llegado hasta ahí les hace todavía más peligrosos, su objetivo ya está conseguido, no tienen nada que perder y todo lo que sea seguir dando pasos supondrá un exitazo para el combinado balcánico.

Todo lo contrario que una Portugal, obligada por historia a pasar a cuartos en una parte del cuadro muy exigente y liderada por el “jovenzuelo” Cristiano Ronaldo quien, por primera vez, no ha marcado en una fase de grupos.

La vuelta de Rafael Leao, sancionado ante Georgia, le devolverá vértigo al flanco zurdo luso, donde le acompañará otro fenómeno de la velocidad como es el lateral Nuno Mendes, recuperado de unas molestias.

Eslovenia quiere repetir en Frankfurt la victoria que cosechó, aunque amistosa, en Liubliana hace unos meses, con goles de Adam Cerin y Timi Elsnik. Ahora, en un escaparate superior y sintiéndose capaz de todo tras su clasificación.

El grupo que dirige Matjaz Kek acumula ya nueve partidos invicto de forma consecutiva y únicamente una derrota en los últimos quince que ha disputado, que suben a dos en los 25 más recientes.

Una estadística sin duda inmejorable para un conjunto que no podrá contar con el lateral Erik Janza, cuya volea permitió empatar a uno frente a Dinamarca en la primera jornada.

El funcionamiento en bloque es la clave de su éxito, pero también el papel que puedan ejercer Jan Oblak en portería, Jaka Bijol en defensa y el talento de Benjamin Sesko y Andraz Sporar en la parcela ofensiva.