Un intratable Philipsen iguala en Nimes las tres victorias de un Girmay que se ha caído

Jasper Philipsen (Alpecin) se ha hecho con la victoria en la decimosexta etapa del Tour, entre Gruissan y Nimes, con 188,6 kilómetros prácticamente llanos. El velocista flamenco se ha impuesto con autoridad en la última jornada para los sprinters en lo que resta de carrera, igualando los tres triunfos de un Girmay que ha salido mal parado a poco más de un kilómetro para la llegada.

Y es que el eritreo ha acabado yéndose al suelo en la segunda rotonda previa a la meta, un par de obstáculos que, aunque bien señalizados, vallados y abiertos a los corredores solo por uno de sus lados, han vuelto a ser la razón de otra nueva caída por la velocidad y tensión con las que el gran grupo vive los sprints. El maillot verde ha acabado entrando en meta acompañado de dos compañeros.

El ganador del día se ha referido a la pelea por esta prenda, asegurando que tiene «un 5%» de posibilidades de arrebatársela al ciclista africano, al que le ha deseado que no haya sufrido graves consecuencias por su accidente.

«Espero que se recupere bien, está haciendo un gran Tour y espero que pelee por el maillot verde. Yo voy a intentar arrebatárselo hasta el final, el Tour no acaba hasta Niza», ha asegurado Philipsen.

La paliza del fin de semana en los Pirineos y lo que resta de aquí al domingo han sido razones suficientes para que el pelotón se haya tomado con bastante calma la jornada, amén del asfixiante calor reinante y la posibilidad de que apareciese el viento de costado y la formación de abanicos, algo que finalmente no ha sucedido, dada la calma chicha del día.

El único que lo ha intentado, más por espíritu aventurero y comercial que por esperanza en que fructificase, ha sido Thomas Gachignard (Total Energies), quien ha saltado inmediatamente después de la disputa del sprint intermedio de Les Matellettes, llegando a tener algo más de dos minutos, pero que siempre ha estado controlado por el gran grupo.

Ordizia

Álex Aranburu (Movistar) y Gorka Izagirre (Astana) serán los dos principales rivales a batir en la edición 101 de la Clásica de Ordizia. El exigente recorrido de este año, de 165 kilómetros, incluye cuatro pasos por el puerto de Abaltzisketa y dos por el de Altzo, ambos de tercera categoría, con pendientes en las que los dos favoritos saben manejarse.

La prueba, que el de Ormaiztegi ya ha ganado en tres ocasiones –2010, 2012 y 2014– y que se disputará el próximo día 25, contará con la presencia de escuadras como UAE, Arkea, Cofidis, Movistar, Astana y Jayco, además de Caja Rural, Ken Pharma, Burgos-BH, Lotto, Colombia Potencia de Vida e Illes Balears.