El 85% de las viviendas de Iruñea puede sobrecalentarse en los meses de verano
Una tesis de la Universidad de Navarra detecta cuáles son las viviendas con peores condiciones de habitabilidad en olas de calor. La doctora Ainhoa Arriazu identifica el tipo de vivienda más proclive a sufrir sobrecalentamiento con una metodología para mejorar la calidad de vida de los vecinos.
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Son las nueve de la tarde en Iruñea, los vecinos de la capital navarra se alejan del ventilador para recoger los toldos y abrir las ventanas de su casa de par en par. Aunque la ciudad es conocida por el frío, las nubes y la humedad característica de la zona, los tórridos meses de verano muestran una realidad muy diferente. La crisis climática se está haciendo notar, azotando con altas temperaturas a una ciudad que no está acostumbrada a pasar tanta calor.
Abrir las ventanas durante las noches de verano es una práctica habitual que tiene como objetivo combatir el calor y bajar un par de grados la temperatura que sube en el interior de los pisos. Sin embargo, el cambio climático y la infraestructura de los edificios puede estar reduciendo la efectividad de esta costumbre inmemorial. Así lo ha demostrado la doctora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra Ainhoa Arriazu Ramos en la tesis doctoral que defendió el 24 de julio.
«En cuanto a temperaturas exteriores, no es lo mismo vivir en Mendillorri que en la Milagrosa», apunta Arriazu
De acuerdo a la investigación, las viviendas construidas antes del Código Técnico de la Edificación de 2006 son más proclives a sufrir un sobrecalentamiento significativo durante los meses más calurosos de verano, especialmente en años de calor extremo como el de 2022. Este tipo de viviendas constituyen el 85% de las totales que hay en la ciudad, lo cual indica que esta situación se está convirtiendo en un problema general para la población de Iruñea.
Arriazu explica que el objetivo principal de su tesis es identificar cuáles son las viviendas más vulnerables al sobrecalentamiento, para poder realizar los cambios necesarios que mejoren la calidad de vida de los vecinos. La metodología que ha planteado realiza un diagnóstico a escala urbana, considerando el microclima de cada barrio. «En cuanto a temperaturas exteriores, no es lo mismo vivir en Mendillorri que en la Milagrosa», apunta.
Desarrollo de la investigación
La investigación se realizó mediante varias fases. Comenzó basándose en simulaciones energéticas ejecutadas en varios tipos de edificios residenciales. «Categorizamos toda la ciudad en diferentes tipologías de edificios, más exactamente 14, y simulamos los modelos energéticos con las temperaturas de 2022», explica. De acuerdo con Arriazu, fue en el año 2022 cuando se registró la mayor cantidad de días con olas de calor en Iruñea, lo cual le llevó a utilizar estos parámetros como base para su tesis.
«Tras sacar los resultados, tuvimos que vincularlos a las viviendas reales de Pamplona», añade. Según cuenta, para conseguir datos reales contaron con la disposición de 12 viviendas que les permitieron colocar termómetros. De esta forma, en la segunda fase contrastaron los datos de la simulación con los datos de monitorización obtenidos. Los resultados señalaron las viviendas pequeñas, con una única orientación y en pisos altos como las más proclives a sufrir sobrecalentamiento durante el verano.
Las viviendas pequeñas, con una única orientación y en pisos altos son las más proclives a sufrir sobrecalentamiento durante el verano
Arriazu resalta que ha centrado la evaluación en Iruñea, pero que ha sido pensada para poder aplicarse en otras ciudades. La investigación puede ser de gran utilidad debido a que este problema se está intensificando en la Europa templada, a causa de las altas temperaturas por el cambio climático. Las ciudades ubicadas en esta área solían tener condiciones internas cómodas para la habitabilidad, lo cual explica que los edificios no fueran diseñados para soportar las continuas olas de calor. En una actualidad caracterizada por tener cada vez temperaturas más cálidas, los sistemas de ventilación nocturna y protección solar ya no son suficientes para combatir el calor.
Posibles soluciones al problema
Teniendo en cuenta el gran número de afectados por el sobrecalentamiento, son varias las comunidades de vecinos que se plantean adaptar las viviendas para combatir el calor. La instalación de aislamiento térmico en las fachadas, aire acondicionado, pintura reflectante y protecciones solares son las opciones más barajadas. En cuanto a este tipo de medidas, la doctora comenta que pueden resultar útiles para reducir la temperatura, pero que no solucionarán el problema si los usuarios no aprenden a usarlas de forma correcta.
Arriazu asegura que los cambios más recientes del Código Técnico de Edificación han servido para empezar a tratar el problema del sobrecalentamiento. «Ha habido algunos primeros pasos, pero consideramos que la normativa tiene que avanzar». Por su parte, el departamento de construcción al que pertenece está trabajando en la creación de una página web que ayude a los vecinos de Iruñea a identificar las zonas con mayor temperatura. La página contará con planos de toda la ciudad, datos de parámetros y el porcentaje de horas que las zonas pasan fuera de los límites establecidos por la Unión Europea.