La FIFA amplía su informe sobre fútbol femenino, «una hoja de ruta para el progreso»

Por cuarto año consecutivo, la FIFA ha publicado «El camino del cambio», un informe de evaluación comparativa sobre el fútbol femenino a nivel mundial, cuya relevancia crece al aumentar el número de competiciones (86) y clubes (669) analizados respecto a ediciones anteriores. El organismo lo considera «una hoja de ruta para el progreso continuo», en la que incluye quince recomendaciones genéricas y que utilizará para ayudar a las Federaciones de manera más personalizada para impulsar la profesionalización de la disciplina.

Tras el punto y aparte que supuso el Mundial de 2023, en el que se batieron récords de participantes y seguimiento, el auge del fútbol femenino se ha mantenido al alza aunque el crecimiento marcha a diferentes velocidades. La FIFA, de hecho, ha dividido las Ligas incluidas en el análisis en tres grupos, diferenciados en base al nivel de profesionalización. En todos, en cualquier caso, se han batido récords de asistencia en 2024.

Las Ligas, además, son cada vez más accesibles para el aficionado que decide seguirlas desde casa. Las Ligas del primer grupo retransmiten la mayoría de los partidos tanto a través de la televisión como de plataformas OTT, tanto en abierto como en cerrado. Las redes sociales son el recurso mayoritario en las Ligas de los otros dos grupos.

Hay una apuesta más accesible y que, a tenor de los datos, da resultado. El informe explica que el 23% de los clubes disputaron partidos en un estadio que no era el habitual –fundamentalmente el de su equipo masculino– y en esos caso, la asistencia media se ha doblado. Reconoce la FIFA, en cualquier caso, que la capacidad de atracción a un público mayor para la mayoría de los clubes crece en partidos señalados, a lo que se unen los costes de apertura de los grandes estadios, por lo que recomienda optimizar las estrategias de venta de entradas y desarrollar iniciativas que mejoren la experiencia de los aficionados. El precio medio de las entradas en 2024 fue de 7,3 euros (8,5 en el primer grupo de Ligas).

El informe revela que la tecnología y los datos son un buen aliado en este sentido, ya que los clubes que se basan en datos para interactuar con la afición y tomar decisiones comerciales, registran cifras de asistencia más altas.

Deficitario

Claro que, en buena medida, es el enésimo ejemplo de que se hace dinero con dinero. Y es que la inversión en tecnología aumenta conforme lo hacen las posibilidades económicas de los clubes, lo que a su vez les permite crecer a mayor velocidad. Y las diferencias son evidentes: de media, las Ligas del primer grupo generaron 4.028.000 euros de ingresos de explotación, las del segundo 218.000 y las del tercero 69.000. El origen de los ingresos también varía, con un peso creciente de las retransmisiones en el caso de las Ligas del primer grupo.

En cualquier caso, sigue costando cuadrar las cuentas y el 62% de las Ligas recibieron el año pasado ayuda financiera de su Gobierno, Federación, Confederación o la propia FIFA. Todavía es reducida la presencia de los fondos de capital pero ya se han asomado al 7% de las competiciones.

En los clubes, en los que la presencia de los fondos de capital aumenta al 14%, sucede algo similar y, curiosamente, los del primer grupo son los más deficitarios. El 67% de estos registró pérdidas el año pasado frente al 53,5% de los clubes del segundo y tercer grupos. El informe relativiza su importancia al considerar que «el fútbol femenino y el deporte, en sentido más amplio, se podría comparar a una empresa emergente, ya que al inicio es principalmente deficitaria y necesita una inversión continua antes de empezar a generar ganancias».

En este sentido, aporta un dato significativo. Y es que el trabajo de cantera ayuda a reducir los gastos en fichajes. «A largo plazo, los equipos juveniles pueden ser rentables gracias al mejor rendimiento del equipo y los ingresos procedentes de la venta de jugadoras», asegura, aunque admite que «resulta primordial evaluar detenidamente los aspectos financieros, pues actualmente las academias suelen requerir una inversión adicional».

El desarrollo de estructuras claras para las jugadoras jóvenes es, además, una de las quince recomendaciones que realiza la FIFA, al considerarlo «fundamental para el crecimiento del fútbol femenino». De hecho, considera que las Ligas deberían fomentar y posibilitar la creación de academias juveniles, por ejemplo mediante la incorporación de este requisito en sus reglamentos y proporcionándoles ayuda económica y apoyo técnico.

La emoción también ayuda. De media, las Ligas que han tenido tres campeones diferentes en las tres últimas temporadas, han registrado cifras notablemente superiores en concepto de ingresos por retransmisiones que las Ligas con un solo campeón. En este sentido, la FIFA plantea la posibilidad de que las Ligas que no lo hacen incluyan fases finales por el título, como sucede en la NWSL o, desde la temporada pasada, la Division 1.

La protección de las futbolistas

Entre sus recomendaciones, el informe destaca que los clubes «deben hacer todo lo posible por proporcionar instalaciones y brindar más apoyo para satisfacer las necesidades específicas de las mujeres, tanto para las jugadoras como para las que forman parte de la estructura general del club». Por ejemplo, con la introducción de estándares mínimos respecto a la formación sobre salud femenina en todas las titulaciones técnicas y médicas».

Para la FIFA también es «primordial» proteger la integridad del deporte y el bienestar de las deportistas, para lo que las Ligas deben aplicar políticas y procedimientos sólidos de salvaguardia. Y recomienda la regulación de las bajas por maternidad, que constituyen «un primer paso viable para apoyar mejor a las jugadoras durante el embarazo y el postparto. Todos los clubes y Ligas deben poner en práctica una política de maternidad».

Lógicamente, el organismo también aboga por que las jugadoras cuenten con «un contrato de trabajo por escrito», además de considerar que Ligas y clubes deben «esforzarse» por aplicar criterios para establecer un salario mínimo. En 2024, el salario medio anual bruto de las futbolistas es de unos 10.000 euros, que asciende a 22.000 en los clubes del primer grupo. El propio informe considera, de todos modos, que la cifra está inflada por un número reducido de clubes con salarios medios superiores a los 45.000 euros. Estos clubes, además, son significativamente más propensos a ofrecer otros beneficios no económicos como ayudas para la vivienda o seguros médicos.

La unión de las futbolistas tiene mucho que ver en la progresiva mejora de sueldos y condiciones y de ahí la importancia de los sindicatos. El 95% de las Ligas del primer grupo cuentan al menos con una asociación, un porcentaje que se reduce al 71% en el segundo grupo y desciende hasta el 36% en el tercer grupo.

El bienestar de las jugadoras no es el único objetivo de la FIFA, que también tiene los banquillos en el punto de mira. Y es que solo un 22% de los equipos están dirigidos por mujeres, un porcentaje que apenas varía entre grupos. «Si bien no podemos aumentar ese porcentaje de la noche a la mañana, al sacar a la luz y analizar los datos podemos entender en qué aspectos tenemos que seguir centrando, aplicando e incluso modificando nuestros programas de desarrollo del fútbol femenino a fin de generar más oportunidades para las mujeres y formar a todas las personas que trabajen en este ámbito, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego», asegura Jill Ellis, Directora general de fútbol de la FIFA y con una larga y exitosa carrera como entrenadora a sus espaldas.

Crece a mayor velocidad la llegada de árbitras a las competiciones, hasta alcanzar el 42%, aunque en el tercer grupo de Ligas no pasa del 25%.