‘Belén’, memoria de la resistencia
Dolores Fonzi coge las riendas del caso Belén y lo lleva a la gran pantalla como un intento de actualizar la memoria de la resistencia que se gestó en Argentina a favor de la ley del aborto.
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‘Belén’ está basado en un hecho real, en el caso argentino de Belén, una joven que acudió a un hospital con un fuerte dolor abdominal sin saber que estaba embarazada y es acusada de haberse provocado un aborto. Vivió el lado más oscuro e injusto de la vida al ingresar también en prisión, pero, al mismo tiempo que fue juzgada por el caso, también generó una ola de solidaridad impulsada por mujeres.
Dolores Fonzi entra en competición oficial con una propuesta que genera emoción y empatía a raudales y hace de un caso ocurrido en la pequeña provincia argentina de Tucumán una película universal.
La propia Fonzi (que, además de dirigir, también interpreta a la abogada de Belén, Soledad Deza) y su actriz principal, Camila Pláate, han comparecido ante la prensa acompañados por el resto del equipo de la película, que se estrenó el pasado jueves en Argentina y que tuvo una muy buena acogida.
El largometraje, que se ha apoyado en gran medida en el libro de Ana Correa ‘Somos Belén’, plasma por un lado el lado más hostil y sombrío del encierro de Belén y, por otro, la vitalidad que se generó en las calles en defensa de esta mujer y por un aborto libre.
«Lo referente con respecto a la militancia me sirvió mucho para poder ponerme en ese rol de abogada. Creo que la política en la película está puesta de una manera muy sutil, porque (la abogada) tiene que soportar que no funciona, pero no puede pelear contra eso desde la ira, sino desde comprender que la unión hace la fuerza. Si ella solo tuviese un comportamiento de ira, no hubiese logrado esta unión. La gente que tiene esos trabajos vive la vida de las leyes la política desde una calma intrigante. Como militantes, nosotras tenemos otra manera de manejar la ira», ha señalado Fonzi respecto a su papel.
Camila Pláate también se ha referido a su trabajo en la piel de Belén donde, según ha dicho, el libro de Ana Correa fue casi «como una Biblia». «Me he sentido super atravesada por una obviedad de yo como mujer, como tucumana, y como madre también. En principio me llega la realidad de los hechos, de ser parte de Tucumán, y entender esa realidad de Belén desde lo cotidiano. Tucumán es muy conservador, rige mucho el cristianismo, pero es a la vez una región que se ha hecho con muchas luchas y resistencias. En la película se muestra toda esta parte de la comunicación social que te da mucha fortaleza», ha sentenciado.
Política argentina
En la rueda de prensa, casi por sorpresa, ha estado presente la abogada Soledad Deza, quien ha subrayado la importancia de esta película. «Lo que pasa detrás de la vida de los casos no se ve desde fuera como debiera, el sufrimiento que hay dentro de los casos, ya que dentro de los casos hay personas. La película muestra el backstage de los casos y es la mejor forma en la que se podría haber contado esta historia».
También ha habido referencias a las políticas culturales de Argentina, donde las inversiones son casi inexistentes en el ámbito cultural y del cine, y la Industria está pasando por un momento complicado. «Lamentablemente, filmar en Argentina es casi imposible, el porcentaje bajo del 100 al 1. El INCAA está vaciado, los recursos para el cine y la cultura están desahuciados. Entran plataformas y se financia a través de ellas (como es el caso de esta cinta, que llega producida por Prime)», ha dicho Fonzi.
Por su parte, el productor Matías Mosteirín ha señalado que «la Industria argentina está pensando en el mediano y largo plazo. Argentina siempre valoró su cultura y su ciencia, y son acuerdos que se van a volver a alcanzar, y es nuestra responsabilidad sostener el sistema que se va a volver a reconstruir. Argentina no va a renunciar a un capital como es su cinematografía».