La Real pasa a octavos tras protagonizar en Elda una película de terror con final feliz
Un gol de Marín sobre la bocina evita la prórroga frente a un Eldense que ha sido mejor en la segunda mitad. El hasta ahora defenestrado Sucic había adelantado a los de Ansotegi, pero Quintana se había encargado de poner las tablas (1-2).
El aficionado realista lleva unos días sumido en un torbellino y hoy no ha sido menos, con los clásicos rumores sobre el futuro entrenador –Pellegrino Matarazzo parece el mejor colocado–, la carta de despedida de Sergio Francisco –en la que da las gracias a todo el mundo exceto a la directiva, que ni la menciona– y la eliminatoria copera para rematar la jornada.
Nadie esperaba fuegos artificiales, en la actual situación con pasar la eliminatoria era suficiente. Así que deberes cumplidos. Pero ha vuelto a quedar en evidencia que este equipo necesita un centrifugado para ser competitivo en Primera, porque nuevamente se ha diluido en la segunda mitad. Ya advirtió Zubeldia que «jugando así nos gana cualquiera», y hoy no pero casi.
Como es lógico, Ansotegi ha asumido su papel de interino, y aferrándose al ignaciano «en tiempo de desolación no hacer mudanza» ha apostado por dar continuidad al once de Sergio Francisco, con tres cambios respecto al once frente al Girona. Uno en la portería, con la entrada de Marrero al igual que ante Negreira y Reus, otro en el lateral izquierdo –Aihen por Sergio Gómez– y el último en ataque –Zakharyan– ante la lesión de un Barrene que lleva bastantes semanas renqueante. Llamaba la atención la ausencia en la lista por decisión técnica de Mikel Goti, goleador en las dos eliminatoria anteriores.
Enfrente un Eldense entrenado por el histórico delantero del ‘SuperDepor’ Claudio Barragán –formando dupla con Bebeto– y que marcha séptimo en Primera RFEF, sobre el papel uno de los rivales más asequibles que podían caer en esta eliminatoria de 1/16 de final. Además las gradas del Pepico Amat no registraban el habitual llenazo cuando un Primera visita un campo de esta categoría.
Guedes como ariete
Veinte minutos ha tardado la Real en dar el primer susto al meta Valencia, con un balón largo de Zakharyan al área que Guedes ha bajado con el pecho, pero su remate a botepronto no ha encontrado portería. El portugués, que ya marcó el viernes, ha vuelto a intentarlo con un duro disparo repelido por el portero. Los blanquiazules tenían el choque controlado, a la espera de acertar en los metros finales, para lo cual les faltaba mayor velocidad.
Las mejores ocasiones han llegado justo antes del descanso con una combinación entre Kubo y Aramburu, pero Zakharyan ha empalado mal el centro del venezolano y se ha marchado fuera. Y ya con el tiempo cumplido Valencia se ha lucido para enviar a córner un disparo de Brais que se colaba dentro.
La teoría decía que tras el desgaste de la primera mitad tocaba que la Real impusiera las dos categorías de diferencia, pero ha sido al contrario. El Eldense se lo ha creído y y ha pasado a dominar el duelo. Salvando las distancias, similar a lo que sucedió ante el Girona, con un equipo blanquiazul que llegaba tarde a todas las presiones.
Sucic abre el marcador
Ansotegi ha metido a Karrika en punta y ha retirado a Zakharyan, enviando a Guedes a la banda. Poco más tarde ha sido la oportunidad para Sucic, defenestrado con Sergio y que ha suplido a Brais. Y ha sido el croata el que ha abierto el marcador con un disparo con la diestra aprovechando un error del Eldense en la salida del balón (0-1, m.79).
Parecía que el trabajo estaba hecho, pero en un guion digno del Festival de Cine de Terror, dos minutos después ha llegado el empate en una jugada con un primer remate a la madera de Clemente y un segundo de Quintana que se ha colado por la escuadra (1-1, m.81).
A falta de cinco minutos ha debutado Astiazaran, entrando por Kubo, así como Marín por Soler. La eliminatoria se iba a la prórroga, pero en el último suspiro, Guedes ha encontrado espacio para conducir y asistir al desmarque de Marín, que ha picado perfecto ante la salida de Valencia (1-2, m.96).