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Deportivo Alavés

La resurrección de Lanzarote

El futbolista parece haber recuperado su mejor momento de forma cuando más lo va a requerir el equipo.


Manu Lanzarote ha regresado. El futbolista catalán, que recalaba en el Alavés en el pasado mercado de invierno en calidad de cedido procedente del Espanyol, fue el gran protagonista de la trabajada victoria que consiguió el pasado sábado el Alavés contra el Tenerife. El talentoso jugador no solo fue el autor del gol que a la postre le suponía el sexto triunfo consecutivo al Glorioso en Mendizorrotza, sino que de sus botas salieron las mejores acciones individuales en ataque.

Y ello lo estaba echando de menos la escuadra albiazul, sostenida hasta este sábado por la eficacia goleadora de Manu Barreiro, nombrado mejor futbolista de Segunda durante el pasado mes de marzo. La ausencia del ariete gallego ante el conjunto chicharrero trajo como consecuencia que fuese Lanzarote quien se echó sobre su espalda la responsabilidad del equipo en el apartado ofensivo.

Una buena noticia para el cuadro arabarra, precisamente cuando se entra en la fase crucial del campeonato que va a determinar si el Alavés mantiene sus opciones para hacerse con la sexta plaza y en la que será necesario el concurso de sus piezas más desequilibrantes, ya que va a tener que hacer frente a compromisos de una gran exigencia deportiva.

Después de recalar en la disciplina blanquiazul, y dejando patente en sus primeros partidos la gran calidad que atesora, Lanzarote había entrado en estas últimas jornadas en una situación de cierto impasse, sin ser el hombre determinante en vanguardia que se espera de él y eclipsado por las actuaciones de otros compañeros. Ello no supuso, sin embargo, que quedase relegado al banquillo, pues su gran valedor, Alberto López, siempre ha tenido fe ciega en su aportación al equipo.

«Independientemente de que meta gol o no lo haga, no hay ninguna duda para que esté en el once», manifestaba el preparador irundarra a la finalización del envite contra el Tenerife. No en vano, esa confianza plena en las posibilidades del futbolista barcelonés es lo que le había transmitido Alberto López para convencerle de cara a que se enfundase la elástica albiazul antes de otras opciones que barajaba encima de la mesa para salir a préstamo de la disciplina periquita en el mercado invernal.

Ahora solo falta que el buen momento que mostró ante los isleños goce de la continuidad necesaria en el tramo decisivo del torneo liguero. Si Lanzarote mantiene ese punto físico que se vio el pasado sábado, a poco que le sonría la fortuna, puede dar unas cuantas alegrías más a la parroquia babazorra.