06 AOûT 2015 UN BLUSA SIN CUADRILLA Un pintxo de chorizo para la primera resaca Zele ODOM GASTEIZ El 5 de agosto es un día de tradiciones. Los más devotos madrugan para acudir al Rosario de la Aurora, otros salen a media mañana para dar una vuelta por el centro y ver la exhibición de herri kirolak, y nosotros quedamos al mediodía para tomar la primera caña en la plaza del Machete, un reducto euskaldun en el que huir del reggaeton y del pachangueo, dos supuestos estilos musicales (por decir algo) que han ganado la batalla al rock&roll hasta en la Zapa y comienzan a hacerse un hueco en algunos bares de la Kutxi. Hasta ahí podíamos llegar. La llegada nos delata. Los que se retiraron a tiempo bailan a ritmo de ska y no paran de hablar. Los que aguantamos hasta las 5.00 somos personas de pocas palabras. No nos quitamos las gafas de sol, más importantes si cabe que el gerriko y las abarcas, y esbozamos una sonrisa falsa cuando nos preguntan qué tal van las fiestas. Y los que se quedaron hasta las 8.00, los mismos que unas pocas horas antes en Alde Zaharra gritaban que se van a comer el mundo al día siguiente…. esos ni siquiera han venido. Si acaso mandan un escueto mensaje al móvil: «Ya voy al café». Nos acercamos a la txosna de GEU Elkartea en busca de una sombra. Todavía no hemos desayunado, y el olor a chorizo que emana de la plancha nos hace olvidar la resaca. Empezamos con un pintxo y un zurito, y de hay pasamos a cañas y bocatas. Todo ello aderezado con el sonido de los trikitilaris, que amenizan el poteo de las cuadrillas de blusas y neskas. Somos independientes, vamos por libre y no llevamos el parche de ninguna de las cuadrillas oficiales, pero disfrutamos como ellos de las fiestas de La Blanca, ¿qué pues? Tras un par de tragos, se comienza a discutir sobre la agenda del día. Homenaje a la ikurriña en la plaza Nueva (lo que implica tomar otro pote en La Unión), herri kirolak en Los Fueros o bertso-saioa en el Machete. No hay unanimidad, así que se opta por lo más sencillo. Si estamos bien, ¿para que nos vamos a mover? Y si a alguno no le gustan los bertsos, que se quede en la barra o que aproveche para echar una siesta.