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Un apuñalamiento en Colonia hace temer una escalada contra refugiados

El apuñalamiento «por motivos racistas», según la Policía, de una candidata al ayuntamiento de Colonia apoyada por la CDU ha aumentado el temor a una escalada de violencia por parte de la ultraderecha contra inmigrantes y refugiados.


Una candidata independiente al ayuntamiento de Colonia en las elecciones de hoy, Henriette Reker –apoyada por la gobernante CDU los Verdes y los liberales del FDP– e implicada en el apoyo a los refugiados fue apuñalada ayer en Colonia, lo que ha despertado el temor a una escalada de violencia de extrema derecha. El sospechoso, que fue detenido, cometió la agresión «con una motivación racista», según la Policía y testigos presenciales.

La víctima, de 58 años, es responsable de la acogida de refugiados en Colonia e ingresó con heridas de gravedad en el cuello en un hospital de Colonia, donde se logró estabilizarla, aunque seguía sin estar fuera de peligro, añadieron fuentes policiales.

La canciller alemana, Angela Merkel, que expresó su estupor por el ataque, hace frente a presiones incluso dentro de su partido y de la aliada CSU por su política hacia los cientos de miles de refugiados llegados al país este año.

Además el ataque se añade a docenas de agresiones a demandantes de asilo, en un contexto en el que manifestaciones de extrema derecha convocan a miles de personas.

«Si la excitación de los extremistas de derecha contra los refugiados continúa así, es posible que partidarios aislados se radicalicen aún más y se conviertan en terroristas de extrema derecha. Pueden encontrarse pequeñas células que preparan atentados», subrayaba el mes pasado Hans-Georg Maassen, responsable de los servicios de Inteligencia interior.

Los movimientos xenófobos han radicalizado sus discursos y sitúan al Gobierno de Merkel en el centro de sus amenazas. Pegida llegó a erigir horcas «reservadas» para Merkel y su vicecanciller socialdemócrata Sigmar Gabriel. La candidata de este grupo al ayuntamiento de Dresde, Tatjana Festerling, calificó a Merkel de «la mujer más peligrosa de Europa», y le dirigió el grito de «traidora, traidora».