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LA VERDAD

El caso «memogate» y sus discutidas fuentes periodísticas


El caso “memogate” sigue trayendo cola en los EEUU, porque la cadena de televisión CBS se ha negado a incluir publicidad de la película “Truth”, por considerar que falta a la verdad, a pesar que ese es justo el concepto expuesto como título. No podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que algunos de los ejecutivos responsables del despedido hace diez años de la productora y el presentador del programa “60 minutos” siguen en activo. Se quejan de que la película trata a Mary Mapes y Dan Rather, respectivamente interpretados en la pantalla por Cate Blanchett y Robert Redford, como víctimas y héroes del periodismo televisivo. Y vuelven a reiterar que la suya fue una mala praxis profesional, al no verificar con la máxima exactitud las fuentes informativas.

El escándalo sucedió en 2004, cuando George W. Bush se presentaba a su reelección presidencial, y se destapó la noticia de que habría utilizado influencias para librarse de combatir en Vietnam, pasando a un cómodo puesto en la retaguardia. Los expertos, sin embargo, no validaron las pruebas presentadas, conocidas como los documentos Killian. Al parecer el coronel Bill Burkett, que era el informador, quemó los documentos originales, presentado unas supuestas copias.

El caso se conoce también como “rathergate”, porque de nada le sirvió al presentador Dan Rather su prestigio de tantos años, al ser puesto en la picota. Para explicar este complejo proceso judicial y político los detalles más mínimos adquieren una gran importancia, y esto es lo que ha atraído al guionista James Vanderbilt para debutar en la dirección adaptando el libro de Mary Mapes. Le ha venido muy bien su experiencia previa al colaborar con el exhaustivo y perfeccionista David Fincher en “Zodiac” (2007), donde consiguieron condensar la sinuosa y enrevesada trayectoria criminal del asesino del zodiaco en poco más de dos horas y media.