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STRAIGHT OUTTA COMPTON

La historia de los raperos N.W.A. fue tan corta como intensa


El fenómeno “Straight Outta Compton” va a provocar sin duda una fiebre nostálgica por los 90, similar a la que hemos vivido por los 80, ya que sus protagonistas puentearon esas dos décadas. Son tendencias que marcan la moda en términos comerciales, y esta vez sus impulsores son el actor Ice Cube y Dr. Dre, fundadores del grupo de rap N.W.A., y que a la hora de contar su propia historia no dudan en presentarse a sí mismos como productos de una determinada coyuntura sociopolítica en los Estados Unidos, que empezó a darse hace unos treinta años. El biopic no pasa por alto las imágenes de la agresión de 1991 al taxista Rodney King en Los Angeles, que marcaron el comienzo de la divulgación pública de grabaciones de videoaficionados sobre la brutalidad policial de carácter racista, por lo que el estreno de “Straight Outta Compton” coincide con la situación de malestar actual dentro de la comunidad afroamericana.

En consecuencia la respuesta en la taquilla de los EEUU no se ha hecho esperar, con una recaudación que supera ya los 170 millones de dólares, cuando la película, que no tiene estrellas cotizadas en su reparto, ha costado solamente 28. El único actor conocido es Paul Gimatti, en el papel del manager del grupo Jerry Heller. Y por ahí vienen las críticas que la intelectualidad blanca le pueda hacer a esta cinta millonaria, ya que por muy marginados que estuvieran Ice Cube y Dr. Dre en sus comienzos han acabado haciéndose de oro, y desde el principio no dudaron en ponerse en manos de un representante que no era un hermano de raza.

Contradicciones internas del sistema capitalista aparte, lo cierto es que el impacto de las letras explícitas de Niggaz With Attitude dentro de la comunidad afromericana fue imparable, dando lugar en muy poco tiempo a toda una cultura urbana asociada al hip-hop, que se mantiene muy activa.