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Exhuman los restos de un gudari en el barrio Legina de Larrabetzu


Un grupo de técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, dirigido por el antropólogo forense Paco Etxeberria, llevó ayer a cabo la exhumación los restos de un gudari en el barrio Legina de Larrabetzu. El cuerpo fue hallado a mediados de enero a raíz de la recogida de testimonios que realizó la asociación Karraderan.

El vecino Joseba Etxebarria declaró que en época de la Guerra del 36 su tío encontró a un joven «vestido de militar» en el camino del barrio Legina. Al ver que nadie lo recogía, lo enterró y cada año ponía una cruz en ese lugar en su recuerdo. Tras el fallecimiento de Periko Etxebarria, con el fin de que esta historia no cayera en el olvido, su sobrino Joseba Etxebarria marcó el lugar con una estaca con la esperanza de que en un futuro pudiera saberse quién era aquel joven. La sociedad de ciencias Aranzadi exhumó ayer un cuerpo en el mismo lugar señalado.

Difícil identificación

Las investigaciones apuntas a que los restos corresponden a un gudari miembro de Euzko Gudarostea, aunque no se sabe si fue miembro de batallones nacionalistas o miliciano. Paco Etxebarria cree que será «muy difícil» identificar a este joven. Todavía pueden recoger el ADN, aunque luego habría que comprarlo y cotejarlo con un listado de las personas fallecidas en la zona. «Estas personas están representando a todas las demás que seguramente nunca encontremos», aseguró refiriéndose también al resto de exhumaciones realizadas hasta ahora. En lo que llevan de año, la de Larrabetzu es la tercera.