17 AVR. 2016 Derbi en Ipurua El Eibar celebra la permanencia a costa de la racha blanquiazul Eibar y Real hicieron buenos los tópicos, disputando un derbi intenso e igualado. Pero los azulgranas decantaron de su lado un marcador que les reencuentra con la victoria, tras ocho jornadas de espera, y que les asegura la permanencia en Primera. Un golazo de Zurutuza adelantó a los donostiarras, antes de que Enrich y Escalante remontaran. Amaia U. LASAGABASTER EIBAR 2 REAL SOCIEDAD 1 Eibar y Real se repartieron todo menos los puntos. Y eso permitió a los azulgranas darse el alegrón que llevaban tanto tiempo esperando. O, mejor dicho, los alegrones, en plural, porque la victoria llegó repleta de connotaciones positivas, aunque algunas apenas cuenten a modo de anécdota. Lo mejor, sin duda, es que el Eibar se asegura la permanencia de forma casi matemática –doce puntos sobre el descenso, con ya solo quince por disputar–. Y que, posiblemente, el triunfo le permita afrontar de otro modo la recta final del campeonato, que amenazaba con agriar por completo el magnífico sabor que había dejado la primera vuelta, una vez conseguido lo más difícil: acabar con su peor racha del curso, que le había llevado a enlazar ocho jornadas sin levantar los brazos. Los azulgranas también se quitaron una losa aún más pesada: por primera vez desde que llegaron a Primera, fueron capaces de remontar un marcador adverso. Desde aquel 24 de agosto de 2014 en el que debutó en la categoría –imponiéndose precisamente a la Real, en el que era su único triunfo oficial en el derbi guipuzcoano hasta ayer–, el rival le había tomado la delantera en 33 ocasiones, de las que el Eibar solo había sido capaz de neutralizar su desventaja en seis, para caer derrotado las 27 restantes. Una estadística con la que ayer, por fin, también acabó. Está, además, la honrilla propia del choque, que además mantiene abierta la pugna sobre cuál de los dos equipos guipuzcoanos acabará por delante en la clasificación, una mínima motivación para un final de curso sin, para bien o para mal, demasiadas emociones. Y todo eso se debió a un detalle, simple pero fundamental en el fútbol. El acierto. O el error, si se prefiere, que también intervino en la remontada local. Porque, cantidad de goles al margen, el equilibrio caracterizó el derbi de Ipurua. Desde la posesión hasta los remates a puerta, Eibar y Real se repartieron a partes prácticamente iguales un encuentro que cumplió con los tópicos, empezando por el principal, la intensidad. Desde el arranque, cuando los visitantes fueron mejores y supieron reflejarlo en el marcador, hasta una recta final en la que el equipo de Eusebio dejó sin argumentos a los conspiranoicos, que ni aún así faltarán, apretando en busca de un segundo gol que llegó. Otro gol tempranero Lo había hecho pronto, como en los últimos partidos, el primero. Los dos equipos, ambos con novedades –vuelta a los dos delanteros por parte local, línea de tres en la Real, con Oiarzabal en la derecha, Prieto en el centro y Zurutuza en la izquierda–, entraron con ganas al partido. Pero el blanquiazul lo hizo con mejores maneras. Y además con acierto. Seis minutos le bastaron para que Zurutuza soltara un buen zapatazo desde fuera del área, firmando el 0-1. Le sentó fatal al Eibar, al que se le notó la frustración acumulada en las últimas semanas, ante un adversario que no realizaba concesiones. Hasta que Enrich acertó. Con algo de fortuna, porque su cabezazo tocó en Reyes, haciendo el balón aún más inalcanzable para Rulli. La historia se repitió en la segunda parte, aunque solo relativamente. Porque la Real volvió a ser mejor de inicio pero esta vez no acertó. De hecho, cuando mejor lo hacían los de Eusebio, llegó el segundo tanto local, un centro de Enrich ante el que cantó Rulli para que marcase Escalante. Pudo ampliar distancias el Eibar, con una contra incomprensiblemente desperdiciada por Keko o un balón a la madera de Escalante pero no lo hizo y acabó sufriendo ante una Real inconformista. Le mereció la pena. RACHASAcaban tres de un plumazo. La Real cayó tras dos victorias consecutivas, el Eibar se reencontró con el triunfo tras ocho jornadas de espera y los azulgranas, además, consiguieron su primera remontada desde que arribaron a Primera.