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Carta de Euskadi Ta Askatasuna a las FARC


Euskadi Ta Askatasuna, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, previamente quiere trasladarles su solidaridad y apoyo por la lucha revolucionaria que llevan a cabo por la paz, la libertad y la justicia social de su país.

Mediante esta misiva, pretendemos hacerles llegar en términos generales la situación de nuestra lucha y el camino que estamos recorriendo para superar definitivamente el conflicto político-armado y abrir un nuevo ciclo político basado en el reconocimiento de nuestra nación y su derecho de autodeterminación.

Como saben, después de décadas de confrontación armada, el movimiento revolucionario de liberación nacional vasco ha tomado decisiones estratégicas en pos de abrir una nueva fase política en nuestro país, por la que, superando las consecuencias de la confrontación armada y con el apoyo de una mayoría popular, logre superar el conflicto político al que durante siglos está abocado nuestro pueblo por la opresión e imposición que sufre por parte de los estados francés y español. Al fin y al cabo, se trata de conseguir una paz justa y duradera, cimentada en el reconocimiento de Euskal Herria y sin más límite que la voluntad popular para poder decidir libremente nuestro futuro. Por tanto, se ha abierto una oportunidad histórica para conseguir la paz, la libertad y la justicia en nuestro pueblo.

Han sido décadas de confrontación armada, que ha generado indudables consecuencias que todavía están por superar y solucionar. ETA, de forma unilateral, después de más de cuarenta años de lucha armada, ha decidido cerrar su actividad armada. Nuestra reflexión está sustentada en que, durante estas décadas de lucha política y armada, se han generado condiciones suficientes para llevar la confrontación con los estados opresores a términos de país. Hoy podemos decir que el modelo impuesto por los estados imperialistas no solo no ha conseguido la asimilación de nuestro pueblo, sino que para la mayoría social y política este modelo está agotado y esa mayoría reivindica un profundo cambio político y social, basado en la soberanía plena de Euskal Herria. Por tanto, estamos abriendo un nuevo ciclo en nuestra lucha por la liberación nacional y social, en el que, sobre las condiciones antes mencionadas, podamos estructurar nuevas mayorías y desarrollar un proceso democrático en clave independentista y socialista.

Salta a la vista que los estados francés y español, desde su carácter imperialista, capitalista y represivo, no apuestan por un nuevo escenario en el cual se superen todas las consecuencias de la confrontación armada y se consiga un acuerdo democrático para que la ciudadanía vasca decida libremente su futuro y se consiga una paz justa y duradera. Hoy por hoy, pretenden bloquear el proceso abierto, manteniendo su estrategia represiva, la política vengativa contra los más de 600 presos y presas políticas vascas que siguen dispersadas y aisladas a lo largo y ancho de ambos estados, y negando el diálogo, ignorando la misma existencia del conflicto político.

Sin duda, esta es una actitud irresponsable, pues el diálogo, la negociación y el acuerdo son las herramientas que deben guiar un proceso de soluciones democráticas. Por una parte, diálogo, negociación y acuerdo entre nuestra organización y los estados para superar las consecuencias de la confrontación armada y, por otra, entre los agentes sociales y políticos vascos, para dar solución a las raíces políticas del conflicto, dando la palabra y la decisión al pueblo. Al fin y al cabo, una necesidad por abordar el conflicto en términos democráticos, que es apoyada por la inmensa mayoría de la sociedad vasca y que los estados francés y español niegan por meros intereses de estado.

Pero mas allá de la voluntad de nuestra sociedad, en la Conferencia Internacional celebrada el pasado 17 de octubre en Donostia, destacadas personalidades del ámbito internacional presentaron una propuesta para la solución del conflicto en la llamada Declaración de Aiete. Una propuesta que, entre otras cuestiones, plantea el diálogo y el acuerdo en los términos antes mencionados. Consideramos que dicha propuesta y su desarrollo son claves para el logro de una paz justa y duradera en Euskal Herria.

Los estados hablan de la derrota política y policial, de la victoria de su lucha “antiterrorista”. Sin embargo, estamos convencidos de que la razón de su cerrazón y bloqueo se sustenta en el miedo a la solución democrática y confrontación entre proyectos políticos, en cuanto abre la posibilidad a que la sociedad mayoritariamente apueste por un cambio estructural de modelo político y social. Más aún cuando el modelo estatal está en una situación de crisis política y económica estructural. Es curioso escuchar voces de victoria y derrota cuando la demanda por una solución dialogada y acordada es mayoritaria. Es curioso hablar en esos términos cuando nuestras propuestas, ideas y proyecto político tienen cada vez mayor adhesión popular en nuestra sociedad.

Por tanto, estamos inmersos en una etapa del proceso en la que deberemos ir superando una a una las barreras impuestas por los estados. Una etapa que por ahora se ha basado en los pasos unilaterales de nuestra organización y el movimiento de liberación nacional en su conjunto. Pasos que buscan llevar el proceso a un carácter bilateral con ambos estados, pero que pretenden dar mayor impulso al desarrollo del soberanismo. Nuestro mayor compromiso está dirigido a nuestro pueblo, a reforzar, articular y estructurar nuevas alianzas y mayorías que tengan la suficiente capacidad para materializar el cambio político y social en Euskal Herria, basado en la lucha de masas, en la lucha ideológica y en la lucha político-institucional. Alianzas que tienen como eje la activación, participación y lucha popular.

Como movimiento revolucionario consideramos que las posibilidades que se nos abren como pueblo merecen arriesgar haciendo una apuesta estratégica, y los siguientes años apostamos por dotarnos de nuevas herramientas de lucha para conseguir nuestro objetivos políticos, la independencia y el socialismo para que todos los derechos colectivos e individuales estén garantizados. Una apuesta y camino que sabemos será largo, duro y que requiere de dos pilares fundamentales: organización y lucha.

En una coyuntura mundial complicada, en la que los estados imperialistas y el sistema capitalista, en general, buscan acabar con los pueblos, su soberanía, con toda resistencia revolucionaria, con la diversidad cultural o con los derechos de la clase trabajadora, los movimientos revolucionarios de todo el mundo mantenemos encendida la luz que alumbra la libertad de los pueblos y la justicia social.

En este sentido, queremos aprovechar esta oportunidad para apoyarles en su lucha por la libertad y la paz basada en la justicia y en la democracia de su país. Son ustedes, el movimiento revolucionario, ante los obstáculos que el Estado pretende imponer, quienes están abriendo nuevos cauces y oportunidades para superar el conflicto armado de casi cinco décadas. Una vez más, queda de manifiesto quién apuesta por la paz y por los intereses del pueblo. Deseamos mostrarles nuestra solidaridad para con su lucha y, ante todo, el deseo de que los siguientes tiempos sus retos y objetivos políticos se materialicen.

Nos despedimos con un abrazo revolucionario.

COMITÉ EJECUTIVO DE EUSKADI TA ASKATASUNA

Gora Euskal Herria askatuta!

Gora Euskal Herria sozialista!

Jo ta ke independentzia eta sozialismoa lortu arte!

 

En Euskal Herria,

mayo del 2012