15 AOûT 2016 VASCOS EN RÍO 2016 Un atleta sin obstáculos a pesar de su prueba estelar de los 400 metros vallas El joven atleta se estrena en unos Juegos tras la plata en el Campeonatode Europa y de quedarse a dos centésimas del récord estatal con 49.02. Imanol CARRILLO La prueba de 400 metros vallas no está diseñada para cualquiera. Los atletas deben superar un total de 10 obstáculos en su vuelta completa a la pista, mezclando velocidad, constancia y agilidad. Sergio Fernández, con una altura de 1,86 metros, sabe mucho de eso a pesar de su juventud –23 años–, y el de Barañain va a cumplir hoy un sueño en el Estadio Olímpico de Río. A partir de las 16.35, hora en la que arranca la primera de las cinco eliminatorias, el atleta del Pamplona Atlético se estrenará en unos Juegos Olímpicos tras un año espectacular en lo personal y que podría ser el inicio de una carrera meteórica. La prueba contará con tres semifinales (mañana, a partir de las 2.35) y la final (el jueves, a las 17.00). El navarro ha ido de menos a más en las pruebas de este año. Después de obtener varios primeros puestos en diversos mítines con marcas ‘discretas’, llegó el mes de junio y el de Barañain se desató. En el Campeonato de España de atletismo por autonomías disputado en Alcobendas, Fernández logró una marca de 49.32 que le daba el pase para Río. Solo cinco días después de esa hazaña, el 23 de junio, el atleta rebajó su marca hasta los impresionante 49.02 en el mitin de Madrid. Se quedó a tan solo dos centésimas del récord estatal que posee José Alonso Valero desde el 31 de agosto de 1987 (Mundiales de Roma, 49.00). Su gran proyección le dio la oportunidad de disputar en julio el Campeonato de Europa en Amsterdam. Y tampoco lo desaprovechó. Si bien ganó su semifinal con un tiempo de 49.20, en la final rebajó ese crono (49.06) y se coló en la segunda posición logrando la medalla la plata. «He empezado a creer en mí» Tras esa carrera, el navarro admitió que «he empezado a creer en mí y sabía que si estaba centrado aquí podían salir las cosas. Hacía un poco de viento y sabía que saliendo un poco más controlado y apretando al final podía sacar medalla, y efectivamente ha sido así. En la recta he dado caña hasta el final». De cara a la cita olímpica, espera estar en la final, pero reconoce que «es una lotería y más en vallas». Sin embargo, lo que ha conseguido hasta ahora ha sido gracias a su trabajo, no a la suerte, y hoy tiene la ocasión de ratificarlo.