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El TC advierte al Govern de las consecuencias penales del referéndum


El Parlament de Catalunya debatía ayer por la mañana una resolución en defensa de la libertad de expresión y del derecho a la iniciativa de los diputados cuando varios funcionarios del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya entraron en el hemiciclo. Bajo el brazo llevaban la advertencia que el Tribunal Constitucional envió ayer al president, Carles Puigdemont, al vicepresidente, Oriol Junqueras, y al resto de consellers del Ejecutivo catalán.

Concretamente, así reza la advertencia del TC, consecuencia del dictamen que declaró ilegal la resolución parlamentaria relativa a la celebración de un referéndum en setiembre de 2017: «Os advierto de vuestro deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión acordada así como de las eventuales responsabilidades, incluida la penal, en que pueden incurrir en caso de incumplimiento de lo que ha ordenado el TC».

Es la primera vez que el TC amenaza de forma directa a los miembros del Govern, ya que hasta ahora se había limitado a actuar contra los miembros de la Mesa del Parlament. Una persecución que sigue generando reacciones internacionales de cierta relevancia. Ayer Puigdemont aprovechó la sesión de control al Govern para hacer pública la misiva que el presidente del Parlamento de Flandes, Jan Peumans, envió al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para protestar por el proceso judicial abierto contra su homóloga catalana, Carme Forcadell. «Es del interés de España y de Catalunya que este conflicto sea resuelto con respeto mutuo y de manera pacífica. La judicialización del conflicto no parece el camino adecuado», se lee en la misiva.

La carta se leyó en el segundo día de un pleno en el que, después de tumbar las enmiendas a la totalidad de los presupuestos, JxSí y la CUP dieron el visto bueno a la Ley de acompañamiento de las cuentas, en la que se incluyen varias medidas fiscales con las que el Govern espera aumentar los ingresos y, de paso, atraer a la CUP hacia el «Sí» definitivo a los presupuestos, que no llegará hasta febrero.