13 FéV. 2017 Un tesoro escaso Iñaki LEKUONA Periodista Hace poco más de dos años una empresa minera solicitó permiso al gobierno para analizar el subsuelo de Lapurdi en busca de oro. Finalmente París ha accedido a abrir un periodo de consulta pública como paso previo a la instrucción del proyecto en el que se calcula que para obtener poco más de tres gramos de oro habrá que remover una tonelada de tierra. En Sara, Zuraide, Kanbo, Itxasu o Ezpeleta no comprenden cómo puede anteponerse una explotación minera tan agresiva a un territorio agrícola y turístico de reconocido nivel. Pero es que el oro, que es un bien escaso, se vende a 37 euros el gramo o, lo que es lo mismo, más de cien euros por tonelada removida. No han hecho falta excavadoras y palas tractoras para remover toneladas de indignación al descubrirse que en el subsuelo parlamentario de Fillon se escondían tres presuntos empleos ficticios por los que su mujer y dos de sus hijos se embolsaron unas cantidades que superan los quince kilos de oro en total. Pero en lugar de retirarse a lo más profundo de su mina de la vergüenza, Fillon, aquel que aseguró que la conducta de político debía ser intachable, ha decidido sacarle brillo a la teoría del complot, quizá porque espera que, como en España, gran parte del electorado termine por disculpar al corrupto. Y probablemente será así, porque la honestidad es aquí también un tesoro escaso.