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boxeo

Floyd Mayweather gana el show ante Conor McGregor

El simulacro de combate finalizó cuando en el décimo asalto el árbitro dijo que el irlandés no podía seguir.


El show, simulacro de combate o comedia entre Floyd Maywea- ther y Conor McGregor finalizó como se podía prever, con victoria del estadounidense pero matizada para que la dignidad del irlandés no se resintiese demasido y con beneficios millonarios para ambos –y sobre todo para los organizadores–.

El esperpento –si bien buena parte de los golpes fueron reales– que se vivió en el pabellón T-Mobile Arena de Las Vegas (Nevada, EEUU) finalizó con un k.o. técnico decretado por el árbitro en el décimo asalto, de los doce de que constaba la pelea.

La decisión del juez llegó en el momento preciso, cuando McGregor empezaba a dar la sensación de que se iba a desvanecer en cualquier momento fruto de la tunda que le estaba dando Mayweather. De haber alargado más el duelo podría haber ocurrido que el luchador de artes marciales acabara tan mal que no pudiera disfrutar como es debido de la bolsa que se ha llevado o que para el boxeador peligrara el récord que afrontaba de 50 victorias profesionales, 27 de ellas por k.o., y 0 derrotas, superando al legendario Rocky Marciano con el que estaba empatado con 49-0.

En cualquier caso, los puristas del boxeo no dan por bueno este combate. Por mucho que la Comisión Atlética de Nevada aprobara el duelo en el marco del peso medio y que Mayweather haya sido uno de los mejores boxeadores de la historia, consideran que no se trató de una pelea equilibrada, no en vano quien estaba delante no era otro púgil –aunque lo fuera en su día de los pesos pluma, ligero y welter– sino un practicante de esa disciplina tan moderna como macarra de las artes marciales mixtas, en la que por encima de la ortodoxia está el espectáculo televisivo.

Ahí está la madre del cordero, en la televisión y en la publicidad, cuyos gurús olieron el negocio. De hecho, sumando la cantidad que le corresponde a cada uno por el pedazo de tarta de los derechos televisivos, Mayweather se embolsará más de 100 millones de euros y más de 30 Mcgregor.

Las sandeces posteriores

«Fue una pelea divertida y espero que todos ustedes la hayan disfrutado», declaró McGregor, quien reivindicó que podía haber continuado en el combate y lamentó que el árbitro decretara el final. «Me tenía que haber dejado seguir con el golpeo por detrás, porque él se daba la vuelta. Pienso que era un combate igualado y que el árbitro se precipitó a la hora de pararlo. Simplemente estaba un poco fatigado», opinó el irlandés.

Por su parte, el veterano estadounidense declaró que «siempre seré recordado como un ganador. Hice el boxeo que nece- sitaba para ganar y el resto ya no tiene importancia».