13 DéC. 2017 Infame campaña pro-TGV No es la primera vez que la polémica alcanza al alcalde de Béziers, Robert Ménard, pero esta vez le resultará muy complicado encontrar a alguien que lo apoye por mucho que apele al «sentido del humor» para justificar la campaña de su Consistorio para reclamar que la lína de alta velocidad llegue a la ciudad. «¡Con el TGV ella habría sufrido menos!», dice uno de los carteles colocados en la localidad occitana; en él aparece una mujer chillando, atada de pies y manos sobre los raíles, mientras una locomotora de vapor se le aproxima. Esa imagen ha provocado indignación en el Estado francés, no en vano recuerda a un crimen machista de junio que sacudió a la sociedad francesa: en Beauvilliers, al norte del Hexágono, Guillaume Grémy, de 37 años, ató a su exesposa Émilie Hallouin, de 34, a las vías férreas para que fuera atropellada. Al llegar el tren, él saltó. Tenían cuatro hijos en común. Entre todas las reacciones, cabe destacar el de la exministra de Derechos de la Mujer Laurence Rossignol, del PS. «El despreciable Robert Ménard la mata [a Émilie] por segunda vez. Demando: retirada inmediata [de la campaña] y acciones judiciales», ha tuiteado. Ménard se defiende: «Es humor. Si nohabría que prohibir‘Charlie Hebdo’ oquemar ‘Hara-Kiri’»