23 JAN. 2018 La leyenda del fútbol George Weah promete «una Liberia nueva» en su investidura La leyenda del fútbol George Weah asumió ayer la Presidencia de Liberia tras haber prometido mejorar el empleo y la educación en el país africano. Weah sucede en el cargo a Ellen Johnson Sirleaf, primera mujer elegida jefa de Estado en África en 2005. GARA MONROVIA El exfutbolista George Weah, de 51 años, fue investido ayer presidente de Liberia, en sustitución de la premio Nobel de la Paz Ellen Johnson-Sirleaf, la primera mujer en ser elegida jefa de Estado de una nación africana, en el que supone el primer traspaso de poderes entre dos presidentes elegidos democráticamente en 74 años. Weah juró su cargo ante unas 35.000 personas, entre ellas varios presidentes del continente, en el estadio Samuel Kanyon Doe, situado a las afueras de Monrovia. Tras su holgada victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el 26 de diciembre ante el vicepresidente saliente, Joseph Boakai, Weah, criado por su abuela en Gibraltar, un barrio de chabolas de Monrovia, se comprometió a «transformar la vida de todos los liberianos». Prometió «una gobernanza pública a favor de los más pobres». «Es un momento histórico para este país. Es el amanecer de una Liberia nueva y mejor, de igualdad, libertad, dignidad y respeto mutuo. No os defraudaré», afirmó ayer en su discurso de investidura, en el que insistió en la unidad nacional, en el desarrollo económico y en la lucha contra la corrupción. La vida de la estrella liberiana dio un primer vuelco en 1988, a los 22 años, cuando Arsène Wenger, entonces entrenador del Mónaco, lo fichó del Tonerre Yaundé, un equipo de Camerún. Durante 14 años, el delantero estuvo en grandes equipos europeos como el PSG y el Milan AC, logrando una fortuna considerable. Pero mantuvo su vínculo con los suburbios de Monrovia, donde sigue jugando al fútbol con amigos. Durante la guerra civil que dejó unos 250.000 muertos entre 1989 y 2003, Weah no se encontraba en su país. El único africano en ganar el Balón de Oro, en 1995, entró en el mundo de la política al final de aquel conflicto. «No pensaba que fuera a convertirse en presidente», declaró Wenger, que recuerda haberlo «visto llorar cuando la guerra causaba estragos en Liberia». Durante el conflicto, Weah llamó a la ONU a salvar su país. Como represalia, rebeldes de la milicia del expresidente Charles Taylor (1997-2003) quemaron su casa de Monrovia y secuestraron a dos de sus primas. Idolatrado por los jóvenes, Weah perdió, sin embargo, en la segunda vuelta de las elecciones de 2005 ante Sirleaf. En sus doce años al frente de Liberia, Sirleaf logró mantener la paz tras las guerras civiles. Pero respecto a las reformas económicas y sociales, la pobreza extrema se ha extendido.