La distribuidora de Kukuxumusu entra en concurso y cierra sus tiendas

La distribuidora de Kukuxumusu ha entrado en concurso de acreedores. El origen de esta situación está en una deuda con Hacienda de casi un millón de euros que corresponde a los ejercicios de 2001 a 2004.

La tienda de Kukuxumusu de la calle Estafeta ya no marca el paso del tiempo para indicar cuánto falta para que se lance el txupinazo de los sanfermines de 2019. Como informaba ayer NAIZ, desde el 14 de julio sus puertas están cerradas, una situación que también vive el establecimiento ubicado en Donostia, por lo que tan solo permanece abierta la tienda de la calle Mercaderes, que también bajará la persiana en setiembre y que se encuentra en proceso de liquidación.

El desencadenante de esta situación radica en una notificación de Hacienda que recibió Univers Paloseco, distribuidora de Kukuxumusu. En la misma, se le recordaba la deuda que tiene con este organismo correspondiente a los ejercicios de 2001 a 2004 y que se hacía efectiva en 2007.

Desde entonces, han cambiado los propietarios de la empresa, tras el desembarco de Ricardo Bermejo y la polémica salida del proyecto de Mikel Urmeneta. Pero Hacienda considera que existe una continuidad de empresa y por ese motivo reclama el abono de la deuda, cercana al millón de euros. Tras la comunicación oficial, la sociedad entró en concurso de acreedores.

Hace un mes, salieron de la plantilla veinte de la treintena de empleados con los que contaba y el pasado 1 de agosto ocurrió lo mismo con otros siete, por lo que en estos momentos solamente quedan tres.

Desde 1989

Si se cumple el guión previsto tras los últimos movimientos en los juzgados, en apenas unos meses llegará el fin del proyecto puesto en marcha en 1989 y que, surgido en Nafarroa, ha sido uno de los referentes del diseño en las últimas décadas en todo el mundo.

Este final se veía venir desde que, en marzo del pasado año, el Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Iruñea condenara a Katuki Saguyaki a cesar en «la transformación de cualquier forma de los dibujos del Universo Kukuxumusu». De esta forma, Urmeneta, que había creado esa nueva marca tras abandonar la empresa que fundó, se veía privado de poder seguir dando vida a sus personajes, aunque afirmaba que no se rendía y que continuaría con la batalla judicial. Ahora, es Hacienda la que parece haber dado la puntilla a la marca del “toro azul”.