03 JUIN 2019 Por el lado más salvaje y potente del Gorbea Ascender el Gorbea es ya sinónimo de calidad, de hacer una de esas excursiones míticas. Y es que, no hay ascensión fea a este grande. Sin embargo, con esta ruta, me gustaría transmitiros, sino la mejor, una de las mejores. Pero lo dicho, aquí no hay ninguna mala. De hecho, se podría escribir un libro hablando solo de todas y cada una de las maneras de ascender a esta máquina de crear afición, esto es, el Gorbea. Es de destacar que desde Zeanuri partiremos de unos 100 metros de altitud, el Gorbea, en cambio, se halla a unos 1.400 metros. Hay muchos 3.000 en el Pirineo que no son tan exigentes. Desde una Ermita que se encuentra en la calle principal de Zeanuri, sube una estrecha carretera, haciendo una pronunciada curva a izquierdas, dirección oeste. Seguiremos la estrecha carretera sin salirnos en ninguno de sus desvíos hasta llegar, justo, a la Ermita de San Justo. Algún letrero marca algún desvío por pista secundarias, pero por la principal se puede subir sin problema. Mientras asciendo, recuerdo que esta fue mi primera ascensión a la montaña hace ya más de 20 años. En 20 años vivimos muchas cosas en nuestra vida. Sin embargo, los montes, viejos compañeros, siguen aquí inamovibles 20 años después. Ojala que dentro de otros 20 años sigamos quedando para estar juntos. En la Ermita veremos una pista a la izquierda y otra a la derecha. Justo por el medio, sale un sendero que cogeremos. La dura cuesta del sendero llega casi hasta el filo de la montaña, donde gira un poco a la izquierda. Aquí se vuelve un poco rocoso, va pegado a un paredón y es muy muy chulo. Una vez en el filo, abandonaremos “nuestro sendero” y seguiremos a la izquierda por otro difuso sendero que va, precisamente, pegado a dicho filo para salir, zasca, al Zanburu (794 m), la primera de hoy. Volveremos sobre nuestros pasos al inicio del filo y continuaremos ascendiendo dirección oeste por el precioso sendero. Atravesaremos una primera pista, para llegar a otra pista situada en las mismas faldas del Lekanda. Aquí torceremos a la izquierda para subir por dicha pista hasta el Pagomakurre. En las larras del Pagomakurre giraremos, de nuevo, a la izquierda por otra pista, arribando así al Refugio de dicho lugar. Aquí encontraremos una fuente donde reponer fuerzas. Por toda la larra, subiremos al collado oeste del Aldabe y, desde allí, por todo el filo a la cumbre del Aldabe/Gatzarreta (1.180 m). Descenderemos por su filo sureste para empalmar con el sendero de subida al Gorbea. Dicho sendero asciende por la vaguada norte hasta llegar a un collado. Aquí giraremos primero a la derecha, para ascender al Gorbea (1.482 m). De vuelta al collado giraremos a la izquierda para ascender al Aldamin (1.373 m), muy evidente, aunque cuesta más hacerlo que decirlo. Desde el Aldamin y su gigantesco hito rocoso bajaremos por su pedregoso sendero al collado. Descenderemos por la vaguada que va pegada a la cresta sureste del Aldamin y sus famosos gendarmes. Al final de la cresta, el sendero gira a la izquierda y empalma con una pista que nos deja en el fondo de otra vaguada. En la vaguada continuaremos dirección noreste hasta dar con el filo de la montaña. Continuaremos por todo el bonito filo y sus curiosas simas para subir a la cumbre del Arimegorta (939 m). Siguiendo por el filo, llegaremos al famosísimo Paso de Atxuri, un bonito paso de montaña digno de paisajes de fábula y cuento, de estos lugares mágicos que nos regala EH. Solo nos resta seguir las marcas del GR y los hitos para salir directamente a Saldropo. Si no hemos realizado combinación de coches, podemos seguir unas señales blanco-amarillas que primero por pista y, luego, por una estrecha carretera nos dejarían en Zeanuri. En este tramo el paisaje es bonito, pero serían 8 kilómetros más. Vosotros mismos. Podrían estar durante horas hablándoos sobre la belleza y encantos de este recorrido. Pero siempre, me quedaría corto, muy corto, mejor si lo probáis en directo.