03 AVR. 2020 PELÍCULAS PARA UNA CUARENTENA El western crepuscular en origen Mikel INSAUSTI El segundo largometraje de Sam Peckinpah fue en realidad el primero que llevó su sello personal, ya que pudo intervenir en la escritura del guion de forma no acreditada, aunque en los títulos apareciera en solitario N.B. Stone Jr. Está considerado como el origen y la expresión más pura del western crepuscular, y así marcó su posterior obra y la de demás continuadores del género. “Duelo en la Alta Sierra” (1962) rinde homenaje a la productora de serie B Ranown y al ciclo cinematográfico dirigido por el maestro Budd Boetticher y protagonizado por Randolph Scott, que aquí hizo su última aparición estelar en vida. De ahí el profundo sentido terminal que adquiere esta historia, coprotagonizada por un también envejecido Joel McCrea, en un duelo interpretativo irrepetible. Y si de duelos hay que hablar, ningún otro como el de la antológica secuencia final, en la que la pareja McCrea-Scott se enfrenta a los hermanos Hammond, de los que quedan como supervivientes Warren Oates, James Drury y John Anderson. Los otros dos hermanos Hammond eran L.Q. Jones y John Davis Chandler, con lo que Peckinpah ya empezaba a perfilar sus habituales repartos de inconfundibles secundarios, dejando otros papeles para Edgar Buchanan o R.G. Armstrong. Se movían como nadie en un paisaje fotografiado por el gran Lucien Ballard, que empezaba a transformarse en el final de la era del Salvaje Oeste, representado por unos códigos de amistad destinados a desaparecer a través de un último y melancólico gesto épico.