Bennett se coloca entre los ganadores en las tres grandes

El irlandés se impuso a Ewan y Peter Sagan en el sprint de un grupo reducido en una jornada de mucha tensión y velocidad por el miedo al viento y a los abanicos. Todos los favoritos llegaron adelante y Mikel Landa salvó el día muy bien arropado por el Bahrain.

Sam Bennett (Deceuninck) entró ayer en el selecto club de ganadores de etapa en las tres grandes al imponerse al sprint en la décima del Tour a Caleb Ewan y Peter Sagan, el corredor que le había cerrado el paso a participar en la principal carrera del calendario ciclista en las tres ediciones anteriores.

El campeón irlandés tuvo que aprovechar sus oportunidades para ganar tres etapas en el Giro de 2018 y en dos en la Vuelta del año pasado, su única grande, y fue la apuesta del Deceuninck para esta temporada para cubrir la marcha de Viviani al Cofidis y para este Tour. El irlandés ha respondido en su vuelta a la prueba cuatro años después de su última participación al ganar su primera etapa y recuperar el maillot verde con 21 puntos de ventaja sobre Peter Sagan. Por eso se emocionó tras la victoria más importante de su carrera.

Bennett no quiso esforzarse al máximo en el sprint intermedio y se limitó a ser tercero por detrás de Trentin y Sagan y en la llegada cogió la rueda de Morkov, que le lanzó a la victoria sin que Ewan pudiera remontarle. Wout van Aert, ganador de dos llegadas al sprint, no quiso meterse en la disputa de la llegada.

Una jornada de tensión

Todos los favoritos llegaron juntos en un primer grupo de 66 corredores que quedaron por delante en una jornada de mucha tensión por el miedo a los abanicos que salvó muy bien Mikel Landa después de quedar cortado el viernes. El Bahrain le ayudó mucho con un trabajo sensacional de Pello Bilbao y salvó uno de los días más complicados por el viento que se esperaba al lado del mar.

Eso provocó que toda la etapa se desarrollara a una velocidad superior a los 47 kms. por hora sin opción para la fuga a pesar de que intentaron formarla dos rodadores de la entidad de los suizos Stefan Küng (Groupama) y Michael Schär (CCC). Pero la tensión en el pelotón por la previsión de viento lateral provocó que el pelotón volara todo el día y la fuga fue anulada rápido.

No hubo más que otro tímido intento de Stefan Küng para asegurarse el premio a la combatividad porque la cabeza del pelotón la coparon los equipos de los favoritos para evitar caídas y cortes. A 64 de meta se vieron implicados en una Pogacar y Guillaume Martin, pero el pelotón paró y pudieron entrar sin problemas. A 17 se produjo otra que dejó por detrás a Miguel Ángel López, Carapaz y Valverde, pero con la ayuda de Gorka Izagirre pudieron entrar y todos los favoritos pudieron salvar el día sin perder tiempo a pesar de que Ineos y Jumbo intentaron provocar abanicos al final.

Hoy espera una etapa similar entre Châtelaillon y Poitiers de 167,5 kilómetros, con una ligera subida a dos de la meta que no debe impedir un nuevo sprint.

La etapa comenzó con los 165 corredores supervivientes porque todos dieron negativo en las pruebas PCR del día de descanso. Sí resultaron positivo el director del Tour, Christian Prudhomme, que estará una semana de cuarentena, y cuatro auxiliares de Ineos, Cofidis, Mitchelton y Ag2r sin que ningún equipo tuviera los temidos dos casos.

Ackermann repite

El alemán Pascal Ackermann (Bora), ganador de la primera etapa tras una gran remontada, también se impuso ayer en la segunda de la Tirreno Adriático por delante del colombiano Fernando Gaviria y Rick Zabel, con lo que sigue de líder. Víctor de la Parte, Alex Aranburu y Óscar Rodriguez entraron en el gran pelotón de 150 corredores.