07 NOV. 2021 CRÍTICA «Una familia feliz 2» ¡Nadie es perfecto! (dicho por un monstruo) Mikel INSAUSTI El pasado domingo comentábamos “Haloween Kills” (2021), que era la película adulta programada para la festividad del 31 de octubre. Y una semana después le toca el turno a su equivalente infantil, pues al fin y al cabo son las niñas y niños los que más disfrutan con los disfraces terroríficos de nuestra recuperada Gau Beltza o Arimen Gaua. Dicho esto, supongo que no es necesario matizar que la película alemana “Una familia feliz 2” (2021) se nutre de los mitos del terror universal, aplicando de paso a modo de mensaje la frase cinéfila más repetida de la historia, aquel “¡nadie es perfecto!” con el que el millonario Osgood (Joe E. Brown) le respondía a Daphne (Jack Lemmon), tras su revelación de que era un hombre y no una mujer. Aquí, por supuesto, está despojada de dobles sentidos e ironías, convirtiéndose en una llamada a la tolerancia, tanto con respecto a los defectos ajenos como a los propios. Puesta en voz de criaturas monstruosas de gran envergadura como El Yeti o King Kong, adqiuiere el eco de una declaración a favor de la inclusión de cualquier ser capaz de sentir o de sufrir, sin ser discriminado por su tamaño o aspecto. Nada que oponer, por tanto, a la moraleja que nos lanza la película, pero sí a cómo es transmitida a través de un entretenimiento poco o nada original. La familia Wünschmann (en el original alemán) o Wishbone (en la versión anglosajona) es un calco animado de la serie televisiva “The Munsters” (1964-1966), con la diferencia de que son gente normal que posee la capacidad de transformación por separado en La Momia (hija), una Vampiresa (madre), el Hombre-Lobo (padre) y el monstruo de Frankenstein (hijo). En cada nueva aventura surge una emergencia que les obliga a adquirir sus otras identidades, y en la secuela de “Una familia feliz” (2017) han de enfrentarse a la amenaza de una cazadora de monstruos que ha secuestrado a su abuela y su abuelo postizos.