18 MAR. 2022 RETROSPECTIVA SOBRE LO ACTUADO DESDE LA CONFERENCIA DE AIETE Una mirada académica sobre el proceso vasco desde la Sorbona La Universidad parisina de la Sorbona fue la sede elegida para una conferencia que, desde una perspectiva académica, permitió analizar los avances y retos pendientes del proceso de paz en Euskal Herria transcurrida una década desde la Conferencia de Aiete. Maite UBIRIA BEAUMONT BAIONA El anfiteatro B del Campus Censier de la Universidad de la Sorbona acogió, ayer tarde, una conferencia titulada “El proceso de paz en el País Vasco. Diez años después”. Un encuentro, de eminente carácter académico, en el que ejerció de anfitriona la profesora gernikarra Teresa Larruzea. «Lectora» de Etxepare Euskal Institutua en la universidad parisina, Larruzea defiende en declaraciones a GARA que «el décimo aniversario nos ha ofrecido una buena oportunidad para, desde el prisma científico y académico, hacer esa retrospectiva para reflexionar sobre los retos, logros, problemas del proceso de paz y también identificar las tareas presentes y futuras». Una reflexión en la que, insiste, se planteó desde el principio, contar con la aportación de personas que «han tomado parte o tienen un conocimiento directo de ese proceso». De este modo, compartieron esa mesa de análisis el catedrático de Derecho de la Universidad de Pau y Países del Adour (UPPA) y experto en Justicia Transicional, Pierre Massias, la presidenta de la asociación Bake Bidea, Anaiz Funosas, y Thomas Lacoste, director de cine y autor, entre otros trabajos, del documental ‘País Vasco y Libertad. El largo camino hacia la paz’ (2020). Por su parte, la socióloga y directora de investigación de la Lisst (CNRS-Universidad de Toulouse), Caroline Guibet-Lafaye, intervino finalmente en el coloquio por videoconferencia. Al desarrollarse en una institución académica, fueron profesores y alumnos los que respondieron mayoritariamente a la invitación cursada por los organizadores del encuentro para echar la vista atrás y extraer enseñanzas del proceso vivido desde 2011 en Euskal Herria. «Sin duda este ejercicio de memoria, esta tarea de contar la historia, cobra una dimensión propia al celebrarse en París», reconoce la profesora de euskara y cultura vasca en la prestigiosa universidad francesa. Una opinión, la expresada por Teresa Larruzea, con la que coinciden otros ponentes. De manera previa al coloquio, Thomas Lacoste hacía alusión, en declaraciones a GARA, al contexto europeo, con un conflicto bélico abierto en Ucrania, que realzaría, a su juicio, más si cabe el valor de abordar en París esa mirada atrás sobre el proceso vasco. «Me parece esencial que la investigación francesa se fije en el carácter unilateral y ejemplar de la transformación de este conflicto a fin de poder acompañar, en cierto modo, a la sociedad vasca en la resolución, tan necesaria y urgente, de las cuestiones pendientes», señala Lacoste. El cineasta estima que sería de desear que iniciativas como la de Larruzea, vinculada al Departamento de Estudios Ibéricos y Latino-Americanos (EILA), puede servir de acicate para que, al calor del año electoral en el Hexágono, los actores políticos se sientan emplazados a trabajar para que «el Estado francés se implique plenamente en este nuevo ciclo». Consenso e impulso social La presidenta de Bake Bidea, Anaiz Funosas, remarca, a su vez, la importancia de celebrar «ese ejercicio de transmisión y pedagogía» en una universidad que «simboliza un cierto pensamiento crítico y es referencia de movimientos transformadores». Y enmarca su aportación al encuentro en París «en la tarea de dar a conocer la labor realizada desde la sociedad para hacer posible el cambio de ciclo en Euskal Herria». Funosas rendía, al arranque de su intervención, un homenaje a «los tres Michel»: los «artesanos de la paz» ya fallecidos Mixel Bergouignan, Mixel Berhokoirigoin y Michel Tubiana, este último expresidente de honor de la Liga francesa de Derechos Humanos (LDH). Desde la experiencia del desarme «sin la connivencia de los Estados» hasta el impulso del diálogo entre diferentes «pero contando siempre con el respaldo activo de una sociedad movilizada», Funosas glosaba los avances, todavía por completar, en capítulos como el de la situación de los presos vascos. Al igual que sus compañeros de mesa remarcaba que encuentros como el celebrado en la Sorbona, en un contexto como el actual, marcado por la cita electoral próxima en el Estado francés pero también por la crisis abierta en Corsica tras la agresión que ha dejado en estado de coma al preso Yvan Colonna, «son un ejercicio de pedagogía que hoy se ve más necesario que nunca». «El espacio académico favorece un diálogo más sereno, exento de prejuicios, que ayuda a trasladar en toda su dimensión el alcance y naturaleza de la dinámica que venimos desarrollando desde hace diez años en Euskal Herria», redundaba en conversación con este diario la presidenta de Bake Bidea. Integrante de la interlocución vasca abierta con el Ministerio francés de Justicia, Anaiz Funosas remarcó que «Euskal Herria, por encima de la actitud negadora de los Estados, ha sido capaz de desarrollar un proceso que, con todos sus defectos, ha permitido llevar a cabo pasos que, sin existir una mesa de negociación, podían parecer impensables, ya que, de hecho, no se han dado en ningún otro lugar del mundo, como es el caso del desarme unilateral de ETA con la participación de la sociedad civil». Ante el anfiteatro universitario, Funosas insistió en el reto inmediato de que «los dos Estados cambien de actitud, para hacer posible una solución política y democrática». A las puertas de una nueva acción de movilización, los días 1 y 2 de abril, dentro del ciclo impulsado por los artesanos de la paz cara a desbloquear el dossier de los presos con condenas largas, la presidenta de Bake Bidea no quiso pasar de largo sobre otras tareas, como la de la construcción de la memoria, para lo que estima necesario profundizar en «una reflexión inclusiva sobre el sufrimiento de todas las víctimas». Jean-Pierre Massias, catedrático de Derecho en la UPPA y especialista en Justicia Transicional, remarcaba en conversación con GARA el valor de esa composición de la mesa en la Sorbona «con gentes procedentes del ámbito universitario que dialogan junto a personas que se puede decir que han adoptado una labor más activa y militante». Aunque de inmediato matizaba que «una de las características de la vía vasca a la paz, de su originalidad, de su dimensión incluso revolucionaria, es seguramente ese movimiento de líneas, porque hasta los que parecen meros observadores pueden muy bien, y me incluyo, dar un día el paso de acompañar activamente el proceso». Repasando los puntos de la Declaración de Aiete, el profesor cree que hay motivos para congratularse de «lo realizado, pese a los muchos obstáculos encontrados». Y apela a concentrar los esfuerzos en empujar la salida para los prisioneros, «auténtico nudo gordiano». El consenso amplio y la movilización social siguen siendo, dice, los anclajes más firmes de un proceso «que merece ser objeto de atención por la Academia francesa». DESARME La conferencia coincidió con el aniversario de la aparición de un artículo en «Le Monde» en el que se marcó el reto de que para el 8 de abril de 2017 ETA fuera una organización desarmada. Anaiz Funosas recordó la fecha y honró a tres artesanos de la paz ya desaparecidos. NUEVO CICLO Thomas Lacoste aludió al contexto bélico y estimó que ello debería realzar el valor del camino hecho por la sociedad vasca y animar a partidos franceses a «empujar para que el Estado se implique en el nuevo ciclo» UNIVERSIDADEl coloquio es un incipiente paso, según el profesor Jean-Pierre Massias, de cara a «depositar las enseñanzas de la vía vasca en las manos de quienes tienen las competencias para calibrar su valor». Animó a «la Academia francesa a interesarse por un proceso extraordinario».