Fétidas

Una duda razonable, ¿todavía se pueden comprar en algún establecimiento aquellas fastidiosas bombas fétidas de nuestra juventud gamberra? En las casas de artículos de broma se hallaban esas delicadezas que servían para reírse como monos gibraltareños recién despertados a los que estaban en la pomada y para cabreo general del resto de los asistentes al cumpleaños, comunión o comida familiar. Pues algo así sucedió el lunes día dos de mayo a las nueve y media de la mañana, desde Moncloa tiraron dos bombas fétidas a toda la parafernalia chocarrera que le habían montado a la señora Díaz Ayuso sus tropeles de asesores para que hiciera de una fiesta madrileña, un chotis extemporáneo, además de colocarse al frente de un movimiento pepero mutante, ya que asegura quiere un PP de pandilleros. Por ahí van sus ideales, pandilleros con fachaleco y gomina.

A esa hora se convocó una rueda de prensa de urgencia para comunicar un ministro con cara de botones de Hotel de gran lujo centroeuropeo de posguerra, para anunciar que alguien había infectado los móviles institucionales de Sánchez y de Robles, presidente del Gobierno del Reino de España y ministra de Defensa respectivamente, con el famoso Pegasus y les han descargado toda la información allí contenida. ¿Cuándo sucedió eso? Hace cerca de un año. ¿Por qué lo comunican ahora? Manzanas traigo. ¿Quién ha hecho ese acto de espionaje no controlado? Estamos esperando la versión definitiva de los guionistas de Interior, Exterior y asuntos religiosos.

En un plano de grotesco político el olor fétido lo impregna todo. se sospecha que el Pegasus se está usando desde las cloacas policiales y mediáticas, fuera del control gubernamental o judicial, lo que es gravísimo. La bicéfala extrema derecha española ni se inmuta.