Un proyecto sin estabilidad

Hasta diez técnicos han pasado por el banquillo del conjunto gasteiztarra en las seis temporadas que ha permanecido en Primera de manera consecutiva. Pellegrino y Abelardo son los únicos que consiguieron completar una campaña.Calleja inició el curso, después vino Mendilibar y se ha consumado el descenso con Velázquez.

El Alavés llevaba varias temporadas logrando evitar el descenso en las últimas jornadas, pero en esta ocasión ha sido imposible. Seis años consecutivos en Primera, el periodo más prolongado en la historia del club en el que se celebró su centenario en la máxima categoría.

Costó más de una década rehacer el Alavés tras el paso de Piterman por Gasteiz e, incluso, se bajó hasta Segunda B. El equipo permaneció cuatro campañas en la categoría de bronce e inicio una reconstrucción de la mano del grupo empresarial que gestiona también el Baskonia. José Bordalás fue el artífice de sellar el regreso a la Liga en 2016, pero no le valió para seguir en el banquillo. Tampoco le sirvió el éxito de alcanzar una final de Copa a Mauricio Pellegrino para continuar. La inestabilidad en el cargo continuó hasta la llegada de Abelardo. En su primera etapa se disfrutó bastante, codeándose con los equipos de la parte alta. Pellegrino y Abelardo han sido los únicos que han contado con la confianza para completar un curso de los diez que han pasado.

Cambios continuos

Diez entrenadores en apenas seis años son muchos y ponen en evidencia la inestabilidad de un proyecto que ha variado su apuesta por estilos distintos y al final lo ha acabado pagando caro. La falta de acierto en las contrataciones de jugadores también ha influido.

Esta misma temporada arrancó con Javier Calleja, que se ganó seguir al salvar al equipo el curso anterior. Después llegó José Luis Mendilibar con otra forma de jugar y tampoco mejoró los resultados. Julio Velázquez ha sido el último recurso, pero ya era demasiado tarde.