28 FéV. 2023 DE REOJO Libertad para Pablo González Raimundo FITERO Cuantas más veces se acerca uno a la situación de Pablo González, más incomprensible parece todo y más miedo provoca la indefensión que sufre este periodista detenido desde hace un año en Polonia. Se le acusa de una endeble posibilidad de que sea espía de Putin. No hay pruebas, pero resulta que nació en Moscú en 1982, que su nombre originario es Pavel Rubtsov, que tiene doble nacionalidad, que adoptó el nombre actual por ser descendiente de un niño de la guerra, que vive en un pueblo en Bizkaia y que es un freelancer, por ser un especialista en las relaciones del Kremlin con los países que fueron antiguos miembros de la URSS, que publicó sus artículos en diversos medios, ente ellos este periódico que ustedes están leyendo. Según el relato de personas cercanas el nombre de GARA sirvió para determinar en alguna instancia que era comunista y por ello espía de Putin, aunque sus escritos sean reiteradamente contrarios a todas las decisiones tomadas por el político de la derecha extrema rusa en los últimos años. Se cumple un año de su encarcelamiento sin juicio, en una celda de aislamiento donde pasa veintitrés horas, que nadie ha podido ver las acusaciones que le hace la fiscalía, que pueden mantenerlo en estas inhumanas condiciones por tiempo indefinido y que esto está sucediendo en territorio de la Unión Europea, con un ciudadano de la Unión Europea. El Gobierno español no ha estado precisamente muy diligente en este asunto. Es un periodista vasco sin grupo mediático con poderío económico detrás. Un sospechoso habitual para Marlaska. Libertad inmediata para Pablo González.