26 SEPT. 2024 EL LLANTO Tu primera sopa de ajo MARIONA BORRULL DONOSTIA Reconocer las hilachas de cualquier debut suele resultar en descubrir, también, aquello que lo diferencia de la tradición anterior. En “El llanto”, Pedro Martín-Calero dibuja a dos jóvenes protagonistas que, separadas por cuarenta años y dos continentes (de La Plata de los ochenta al Madrid actual), se convierten en investigadoras accidentales de lo paranormal. Las scream queen Andrea (Ester Expósito) y Camila (Malena Villa), cáscaras de nerd sin los peajes consecuentes, se mueren por ver más y diferente: una absorbida por la pantalla del móvil, la otra por su cámara de vídeo. También la dirección del cineasta vallisoletano aspira, nerviosa, a nutrirse de imágenes para trascender el canon del terror. Pero de esta misma fascinación escópica nace una idea nueva: mientras que ambas historias se filman con angulares de gran apertura (estilo A24), Andrea descarta la hipervisibilidad que Martín-Calero le regala para obsesionarse, en cambio, con la diminuta pantalla del WhatsApp, cuyos mensajes irán tapando a su vez todos los planos donde aparezca. Sirve de metáfora (conocer más para ver menos), complica el juego de cucu-trás en el corazón del género y, sobre todo, da mal rollo.