«Cadena perpetua»al revés

Escape” es una película muy difícil de clasificar. Una deliciosa locura kafkiana que no es redonda, pero que asombra.

Es la nueva película de Rodrigo Cortés, producida por Martin Scorsese, que mezcla drama carcelario y humor absurdo y cuenta la historia de N, un hombre completamente roto por una tragedia. Vivirá una especie de “Cadena perpetua” (1994) al revés.

Es una fábula moral estructurada en capítulos, cada uno titulado con el nombre de uno de los siete enanitos del famoso cuento, y que van adheridos a la personalidad de N.

La primera hora es brillante, hacía tiempo que una película no me sorprendía tanto en sus primeros compases. Lo posterior también funciona muy bien, pero se pierde algo más entre sus cambios de tono y sus secuencias un tanto desmesuradas.

Mario Casas no ha sido nunca santo de mi devoción, pero aquí hace un trabajo sorprendente, posiblemente el mejor de su carrera. El despliegue de personajes secundarios también es maravilloso: Anna Castillo, Guillermo Toledo, Josep Maria Pou, Albert Pla, Blanca Portillo, Jose Sacristán...

Especialmente curiosa la BSO de Víctor Reyes; el contraste que ha creado entre lo que vemos -una escena violenta por ejemplo- frente a lo que escuchamos -melodías que transmiten dulzura y comicidad- es muy efectivo. La música a modo de reflejo íntimo de la travesía del protagonista.

Reconozco que tal vez le sobren 20 minutos de metraje; dentro de la cárcel hay escenas muy redundantes, la historia empieza a virar sobre la misma idea y nacen momentos que saturan un poco, pero (casi) todo lo que propone Cortés en esta película me ha parecido un soplo de aire fresco; es una película muy libre.