27 DéC. 2024 Astilleros Balenciaga trata de mantenerse a flote Balenciaga, Gamesa o Sidenor son algunas de las empresas para las que este 2024 no ha sido nada favorable. En el astillero guipuzcoano, donde trabajan 71 personas, la actividad se paraba de golpe en noviembre al anunciar la dirección el temido concurso de acreedores tras encallar su plan de financiación. Uno de los últimos barcos construidos en Astilleros Balenciaga sale del puerto de Zumaia el pasado mes de febrero. (Justin TALLIS | AFP) J.S. Astilleros Balenciaga es una empresa con un siglo de historia, ubicada en la desembocadura del Urola y que en los últimos años se había especializado en la construcción de sofisticados barcos de apoyo para la industria eólica. Este último año, la factoría se encontraba en una situación de «insolvencia inminente», con una deuda de 37 millones, aunque había planteado una serie de medidas como la reestructuración de la deuda. Sin embargo, la negativa de la sociedad público-privada Cofides, uno de los principales acreedores, a aceptar este plan ha hecho imposible seguir adelante, de tal forma que el 17 de diciembre, un juzgado de Donostia declaraba su entrada oficial en concurso de acreedores. El auto judicial permite a sus propietarios seguir gestionando el día a día de la empresa, pero bajo la supervisión de un administrador concursal (la firma PKF Attest, la misma que llevó la administración de La Naval de Sestao, también cerrada). Dos días más tarde, el comité de empresa iniciaba las reuniones con las instituciones implicadas -Ministerio de Economía, Gobierno Vasco, Diputación foral y Ayuntamiento de Zumaia- para tratar de buscar una solución. GAMESA Otra planta guipuzcoana con problemas este 2024 ha sido la de Gamesa en Asteasu, después de que el grupo Siemens Gamesa anunciara en mayo la supresión de 430 puestos de trabajo en el Estado español, aunque finalmente la cifra se redujo a 255 empleados. El plan de ajuste incluía asimismo un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a 46 operarios de las oficinas de Zamudio (de una plantila de 78) y a unos 165 de los 190 de la planta de fabricación de Asteasu, con una afección en tiempo de entre un 30 y un 40%. La producción de esta planta se encontraba paralizada desde 2023, debido a los graves problemas técnicos surgidos en las turbinas de sus aerogeneradores, que llevaron a cancelar pedidos y al pago de importantes indemnizaciones. SIDENOR Entretanto, la dirección de la siderúrgica Sidenor anunciaba en marzo un ERTE para su planta de Azkoitia, que cuenta con una plantilla de 313 trabajadores. En concreto, el expediente planteaba un ERTE del 100% en laminación grande, del 31% para el tren de laminación pequeño y del 53% para el departamento de acabados. Los sindicatos consideran que el ERTE no está justificado, ya que no se ajusta a la realidad, y sostienen que no es más que un paso para condicionar a la plantilla ante el inicio de las negociaciones del convenio colectivo. Denuncian además que la plantilla lleva años sufriendo una precarización de sus condiciones. Para que el astillero pueda seguir adelante, debería aparecer un inversor que pague parte la deuda, y con un plan de viabilidad que admita el juez.