21 JAN. 2025 DE REOJO Lenguaje morboso Raimundo FITERO La verdad sea dicha: ¿qué interés general tiene conocer al detalle los interrogatorios judiciales a Elisa Mouliaá e Iñigo Errejón? Este caso está siendo utilizado en todas las cadenas y cada vez que veo unos segundos hablando con tono grandilocuente a tertulianos y, sobre todo, a ciertas tertulianas sobre la denunciante entro en erupción. No entendiendo casi nada de estrategias de defensa, acusación y ponderación, tengo el convencimiento de que sentarse en un programa nocturno de Telecinco no ayuda a casi nada a la actriz acusadora. Pero, dicho esto desde a ignorancia, no veo las razones para la animadversión que ha despertado esta mujer en los frentes más reaccionarios y de extrema derecha cuando se lo ponen tan fácil para meterse con la izquierda a la izquierda de la sombra de la izquierda. Pero si todo suena extraño, acapara minutos televisivos, radiofónicos, lo estridente es el lenguaje usado por el juez que lleva la instrucción de este asunto. El tono de su voz, aseverativo, imperativo y las expresiones usadas, que se corresponden más a preguntas realizadas en una tarde de dominó y cubatas que a una sede judicial. Yo entiendo que se ha instalado en un tono morboso, sabiendo que era material que saldría de su sede y acabaría en todas las televisiones, por lo que parece ponerse a la altura de la más rudimentaria de las tertulias. Así que, llegado a este punto, lo mejor es buscar un suplicatorio para acabar con la situación vergonzante. Si algo parece evidente es que acorrala a la denunciante de una manera agresiva y sospechosa de tener una opinión previa muy pertrechada.