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OSASUNA

Un taconazo de Sadiq estropea la fiesta del triunfo de Osasuna

En un partido sin orden ni concierto, Aimar Oroz igualó dos veces los goles de Diego López y Sadiq, para que luego Budimir se convirtiera en el máximo artillero de la historia de Osasuna, al anotar de penalti. Pero Sadiq apareció con una genialidad al final.

Aimar Oroz celebra uno de sus dos goles antes de lesionarse en la reanudación. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Duodécimo empate en lo que va de campaña de un Osasuna que, después de verse por detrás en el marcador por dos ocasiones, empatando con sendos goles de Aimar Oroz, logró establecer el 3-2 con un histórico Ante Budimir de penalti. Pero cuando el 3-2 iba a darle la victoria a la escuadra rojilla, un magistral taconazo de Sadiq supuso el doloroso empate de Osasuna casi sobre la bocina. Y para más inri, Aimar Oroz se lesionó con un aparente problema muscular.

Fue un desmadre de partido, de principio a fin. Una mala salida de balón le costó un susto de muerte a Osasuna, con un tiro desde la frontal del área del argentino Enzo Barrenechea, que se escapó lamiendo el poste izquierdo de un Sergio Herrera que no pudo hacer más que el don Tancredo viendo el esférico pasar.

Un arranque descuidado, al punto de que el segundo susto fue aún peor. Catena dejó pasar un pase creyendo que Diego López estaba en posición de fuera de juego, pero Areso se clavó al tirar esa línea y, sin comerlo ni beberlo, Diego López dribló a Herrera para anotar el 0-1, tras consultar con el VAR.

Las cartas quedaban repartidas tras este incidente. Por un lado, Osasuna llevando el paso del partido, volcando su juego sobre todo por la izquierda buscando a Bryan Zaragoza. Y un centro de este acabaría siendo el 1-1, obra de Aimar Oroz, tras colar su tiro por el ángulo largo.

Poco duró la alegría en la casa rojilla. Una larga secuencia de pases del Valencia terminó con Javi Guerra entrando hasta la línea de fondo por la banda izquierda. Y su centro lo remataba un Sadiq liberado de su mal fario en Donostia, haciendo un movimiento de espera y anticipación que sacó los colores a los defensas.

El 1-2 se hizo sentir en el ánimo local, al punto de que otro despiste defensivo propició una oportunidad que Diego López remató fuera. Y en esas, Aimar Oroz anotaba el segundo gol de su lote, con una volea en semifallo a pase de Areso que se coló por encima de Mamardashvili.

No podía haber mejores noticias. O sí. Rubén García provocó de forma muy astuta el penalti Mosquera y Budimir se hizo histórico, al ser el máximo anotador rojillo en Primera. A vestuarios con el 3-2.

SIN CONTROL

Los fallos en la salida de balón fueron los mayores pecados de Osasuna. El Valencia dispuso de no menos de tres claras ocasiones tras varios errores de la zaga rojilla.

Los cambios de Osasuna le dieron por fin algo de estabilidad al encuentro, pero cuando parecía que el 3-2 iba a ser el resultado definitivo, un centro desde la izquierda encontraba en Sadiq un remate impresionante de tacón que establecía el empate a tres. Sí, de tacón. Sí, el mismo Sadiq que ha fallado lo imposible de fallar cuando vestía la camiseta de la Real.

Catena tuvo el 4-3 en un córner en el que giró en exceso el cuello, y este caótico encuentro ya no tuvo tiempo para nada más.