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DE REOJO

Tacticismo o cinismo


He estado a punto de titular que el tacticismo no es cinismo, pero su simple enunciado me ha hecho reaccionar hacia la duda metódica. En política se usa el tacticismo de una manera habitual, activa, en ocasiones para provocar efectos en las filas de los opositores. Consciente o inconscientemente. Sin que todos los partidarios de la opción que hace ese juego a veces maquiavélico lo entiendan en su profundidad. Desde que el hombre naranja y sus adláteres han ocupado la vida política, económica y militar de EEUU, no está claro si ha desaparecido de los medios de comunicación el Partido Demócrata. Bueno, también ha desaparecido el Partido Republicano, pero los actuales déspotas de la Casa Blanca pertenecen a él, o eso dicen, porque sus actitudes externas se parecen mucho a un autoritarismo personalizado de nuevo formato.

Hay un reglamento muy sui géneris en la administración de EEUU, y si no hay luz verde presupuestaria, se puede paralizar todo el sistema público estatal. O trabajar bajo mínimos. Pues el Partido Demócrata, para decirlo rápido, le ha salvado el culo a Trump y va a hacer lo necesario para que no se pare nada. Y lo bueno es que lo argumentan. Si se paran agencias, administraciones, etcétera, y el país no se colapsa, Elon Musk puede aplicar su motosierra funcionarial de manera más salvaje. ¿Es cinismo o es tacticismo esta postura? Es una previsión casi ajedrecista, donde se debe analizar la jugada pensando en lo que puede hacer el contrincante en las dos, tres o cuatro jugadas siguientes. ¿Lo entenderá su masa electoral? ¿Servirá para algo?