29 AVR. 2025 Las obras del Koldo Mitxelena acabarán la próxima primavera Las obras del centro Koldo Mitxelena de Donostia acabarán la próxima primavera, si se cumplen los plazos previstos, según señaló ayer la diputada de Cultura de Gipuzkoa, Goizane Álvarez, durante una visita abierta a los medios. Tras las tareas de amueblado y acondicionamiento y la elaboración de una nueva programación, se espera retomar la actividad del centro en otoño de 2026. Los responsables de las obras del Koldo Mitxelena atienden a los medios en el vestíbulo del centro. (Maialen ANDRÉS | FOKU) MARTXELO DÍAZ DONOSTIA Si se cumplen los plazos, las obras de transformación del centro Koldo Mitxelena de Donostia concluirán la próxima primavera y, tras las tareas de amueblado y acondicionamiento de los espacios y la elaboración de una programación, se espera que la actividad pueda retomarse en el otoño de 2026. Así lo señaló ayer la diputada de Cultura de Gipuzkoa, Goizane Álvarez, durante la visita a las obras -que tienen un presupuesto de diez millones de euros- que se realizó ayer para los medios. Junto a Álvarez, asistieron a la visita el director de Promoción Cultural de la Diputación, Isaac Palencia; el jefe de servicio de Promoción y Koldo Mitxelena, Patxi Presa; el director de obra, Jovino Martínez; y la arquitecta foral, Yolanda Zorita. En la misma se dio a conocer que se han adjudicado las obras de rehabilitación del salón de actos. MEJORAR DE LA ACCESIBILIDAD La diputada explicó que el Koldo Mitxelena es un edificio de 7.200 metros cuadrados y que tras la intervención se mejorará notablemente la accesibilidad, «ya que no se puede garantizar el derecho a la cultura sin que todos y todas tengan acceso a la misma». Junto a ello, destacó que se generarán nuevos espacios para nuevos programas «dirigidos a la palabra, al pensamiento, al debate y al fomento del pensamiento crítico». Esta generación de nuevos espacios se ha logrado mediante el cubrimiento de los patios y la reubicación de la sala de investigadores en una planta superior, donde antes estaban las oficinas del Departamento de Cultura de la Diputación, con lo que se ha habilitado para el público la que estas ocupaban anteriormente Este nuevo espacio que se ha logrado para el público se denominará “Lagun”, en referencia a la que fuera librería donostiarra, «un homenaje a toda la actividad que nos ha ayudado a construir una democracia más sostenible y más libre», señaló Álvarez. Se trata de una sala de lectura de uso general. «Este espacio quiere convertirse en una referencia del edificio y, para ello, trabajará en los ámbitos de la literatura y el conocimiento con propuestas de colaboración con autores y autoras, profesionales y personas expertas que propondrán periódicamente diferentes temas y bibliografías», añadió Álvarez. En el salón de actos también se ha intervenido para mejorar la accesibilidad y con los cubrimientos se han logrado más de 700 metros cuadrados. Cuando finalice la obra, todas las plantas, desde el sótano hasta la última, serán accesibles mediante ascensores. La sala Ganbara tendrá también un acceso peatonal nuevo. Martínez subrayó que el objetivo principal de la obra era adecuar el edificio, que data de 1912, a los tiempos actuales en cuestiones como la sostenibilidad, eficiencias energética y accesos, así como para adaptarlo a la normativa vigente. «Estamos hablando de un edificio que es parte de la historia cultural, arquitectónica y urbanística de Donostia y hemos trabajado con un absoluto respeto a la preexistencia del edificio y a las diferentes capas de intervención», añadió. Mientras duren las obras, los servicios del Koldo Mitxelena continuarán repartidos por diferentes emplazamientos. Así, el convento de Santa Teresa, en Alde Zaharra de Donostia, seguirá acogiendo la programación cultural; el servicio de préstamo se continuará ofreciendo en la calle Reyes Católicos de la capital guipuzcoana y los 300.000 documentos del fondo están en el Archivo Histórico de Oñati. DIEZ MILLONESEl presupuesto de las obras de transformación del centro Koldo Mitxelena de Donostia ascienden a diez millones de euros, según señaló la diputada de Cultura de Gipuzkoa, Goizane Álvarez.