Pertinaz rutina

Cada vez que aparece Núñez Feijóo maquillado, en decorado institucional y discurso preparado, más cerca está el meteorito demoscópico de arruinar esta pertinaz rutina de mentir, insultar y proponer la nada tras el caos. Elegir el día en el que ese ciudadano que convive con Isabel Díaz Ayuso es empurado formalmente, y el segundo del ministerio de Interior con Rajoy es encarcelado para hablar de mafias y corrupción de los otros, es darse un atracón de pastillas para cortar la diarrea de manera preventiva.

Pero hay otra pertinaz rutina bastante más peligrosa y es la de manifestarse unas docenas de fascistas frente a sedes de partido o gobierno con banderas franquistas, gritos fascistas y gestos de matonismo de escuadra falangista sin que la muchachada con uniforme y porra del ministro con perrita intervenga, lo que hace sospechar a los bien pensados que Marlaska y Robles son auténticos cuarta columnistas en este gobierno de coalición o de merendola en la Moncloa. Lo del PSOE empieza a ser un peligro, no se puede ser más torpe, teniendo unos resultados económicos magníficos, se siente acorralado por su evidente falta de decisión política. Paradójicamente le sostiene la incapacidad de la extrema derecha española bicéfala, incapaz de dar un mensaje en positivo, pura sobreactuación.

La pertinaz rutina de Trump es estar cada día despeinándose y volviéndose a peinar. Algunos juzgados americanos actúan de manera inmediata contradiciéndose, pero Elon Musk abandona cualquier responsabilidad política, asunto que hay que interpretar leyendo los posos del café.