02 JUIN 2025 FINAL MANOMANISTA Jokin Altuna saca de la chistera su garra para coronarse por cuarta vez El de Amezketa logra su cuarta txapela en el Campeonato de Mano a Mano e iguala en el ránking con figuras como Olaizola II, Beloki o Atano III. Artola, que fue un digno finalista, tuvo entre las cuerdas al delantero de Aspe con 15-19 a favor pero Altuna resurgió con un dos paredes clave para voltear el marcador y coronarse como uno de los mayores especialistas de la modalidad. Altuna celebra su cuarta victoria en el Manomanista. (Oskar Matxin Edesa | FOKU) Ane URKIRI ANSOLA Final épica, con tantos momentos para el recuerdo, con el vigente campeón entre las cuerdas, emoción no apta para cardíacos para que Jokin Altuna, una vez más, sacase su enésimo truco de la chistera y se coronase como campeón Manomanista. El de Amezketa sufrió de lo lindo ante un Artola que tiró de la astucia e inteligencia que caracteriza a los zorros a mitad de partido para levantar un 10-3 que parecía condenarle a ser un mero titiritero en el espectáculo del mago, que iba bien encaminado a por su cuarta txapela en la modalidad, igualando en la clasificación con figuras como Olaizola II -contra el que ganó su primer título en el Individual-, Beloki y Atano III. Y es que Altuna empezó enchufadísimo ante un Artola al que le pesaron los nervios. El de Alegia tuvo que parar el partido con el primer parcial de 3-0 que le pilló todavía situándose en la gran cita del frontón Bizkaia de Bilbo. Se resarció de los primeros errores con un buen gancho con el que hizo buenas migas a partir del 10-4. Hasta entonces, fue Altuna el que llevó el mando del partido, como buen especialista de la modalidad y como buen veterano de las finales. La de ayer era su sexta final Manomanista y actuó como buen anfitrión en la primera parte, enseñando a su amigo Artola que las finales están para ganarlas. Un propósito que el amezketarra ha cumplido en nueve de las 14 finales disputadas entre las tres modalidades principales, convirtiéndose en el pelotari a batir de esta nueva época. Domina, además, todas las circunstancias y ayer lo volvió a demostrar. Porque Artola fue un digno finalista, como aquellos que se dejan la piel a pesar de las dificultades. El delantero de Baiko no reparó en la grandeza de Altuna, no se achantó cuando las cosas se pusieron complicadas y encontró en el gancho su mejor aliado para meterle miedo al gran mago de Amezketa. «Ha sido una final muy dura, ha dominado gran parte del partido, me llevaba muy lejos y me ha hecho correr», confesaba Altuna una vez coronarse campeón por cuarta vez. En la entrevista posterior a disputar la final, el amezketarra demostró que había dado muchas vueltas a la cabeza. ¿Qué habría ocurrido si en el 10-3 hubiera acertado en el saque-resto? Hasta entonces, Altuna logró arrinconar a Artola a través de saques potentes y jugándole al pie, centrando el juego en el espacio del cuatro y medio. Con el 10-3 en el marcador, sin embargo, no acertó restando, dio opciones a Artola y, con un poco de suerte, con una pelota al txoko, pilló desprevenido a un Altuna que se vio sobrepasado a partir de entonces. Con la pelota número cuatro que sacó Artola en su cuarto saque, el de Baiko hizo una tacada de ocho tantos para voltear el marcador y meterse de lleno en el partido. No solo eso, pasó a dominar el partido, tal y como analizaba Altuna al final de choque. ARTOLA, MUY RESOLUTIVO Con un juego muy resolutivo, sacando el máximo provecho al resto y con un gancho perfecto, el de Alegia fue imponiéndose sobre la cancha del frontón Bizkaia ante un Altuna que no lograba cortar el vuelo de su amigo. Artola parecía dispuesto a volar, a tocar el cielo, a sacarse la espina de aquella final maldita de 2021 en la que una lesión inoportuna le privó de disputarla. Obligó a Altuna a parar el tiempo en dos ocasiones (en el 10-6 y en el 10-10) y así poner la igualada también en esa faceta. El primer descanso obligado llegó con Artola por delante (10-12), con el peso psicológico que ello conlleva. Altuna logró salir de su racha negativa con un pelotazo que rozaba la pared izquierda al que Artola no llegó. Pudo suponer el renacer del delantero de Aspe, que tiene mucho oficio en este tipo de partidos pero aún tuvo que esperar mucho más -haciendo sufrir a su familia, amigos y aficionados- para salir de ese agujero negro al que le metió Artola jugando al bote, con derechazos potentes que forzaban a Altuna a salir de su zona de confort. Con una dejada perfecta volvió a abrir brecha Artola (11-14) al que se veía ya asentándose en la final ampliando su repertorio. Pelotas al txoko, dejadas, ganchos... Estaba con confianza y dejó dubitativo a un tipo sereno como Jokin Altuna, que se marchó muy pensativo al segundo descanso obligado (15-18). De repente, se habían tornado los roles: el filósofo se convirtió en mago y el mago, en pensador. Artola, que parecía preparado a dar la campanada, demostró que ya había interiorizado muy bien el patrón del partido: saque largo y gancho en el resto. Era la criptonita de Altuna, hasta que el mago se vistió de filósofo para dar de su propia medicina al inventor de la criptonita. Una tacada de 7-0 resurgió al amezketarra de las tinieblas para coronarse por cuarta vez campeón del Manomanista, unos números al alcance de muy pocos pelotaris. NUEVE DE CATORCE Jokin Altuna ganó ayer su novena txapela como profesional. En catorce finales disputadas, el de Amezketa ha vencido el 64% de las veces. SEGUNDA FINAL Iñaki Artola fue un dignísimo finalista, poniendo contra las cuerdas al mismísimo Altuna. Era la segunda final del delantero de Alegia en este 2025, las cuales se han saldado con derrota para los intereses del pelotari de Baiko. SEIS FINALES Jokin Altuna ganó su primera txapela en el mano a mano en 2018, frente a Olaizola II, y en los siete años posteriores, ha logrado ganar otras tres veces. Es uno de los especialistas de la modalidad de esta nueva época.