21 SEPT. 2025 «Los tigres», diferentes capas dentro de la «austeridad emocional» Alberto Rodríguez abría ayer la competición por la Concha de Oro con «Los tigres», una película construida en diferentes capas con toques de thriller y de un drama protagonizado por dos hermanos buceadores. Antonio de la Torre y Bárbara Lennie encabezan el reparto de un film donde Koldo Zuazua es uno de los productores. Antonio de la Torre y Bárbara Lennie posaban ayer para los medios gráficos en el Kursaal. (Jon URBE | FOKU) Ariane KAMIO DONOSTIA {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} Antonio (Antonio de la Torre) y Estrella (Bárbara Lennie) son dos hermanos que sacan sus vidas adelante trabajando como buzos profesionales bajo el mar. Comparten oficio y vida, y también una situación precaria, hasta que Antonio descubre que en un carguero esconden un alijo de cocaína y decide extraer parte de la droga para poder aspirar a una vida mejor. La película dirigida por Alberto Rodríguez, y en cuya producción participa Koldo Zuazua, está construida en diferentes capas, donde el thriller se codea con otros géneros, como el drama, que en este caso es alimentado por la relación que mantienen ambos hermanos bajo la sombra de su padre, un exbuceador ya fallecido. «Era fundamental meterme en el universo que viven estos hermanos, en esa austeridad emocional que viven, esa orfandad, y ese amor tan grande que les une, un amor que les empuja sin querer al abismo», explicó Lennie en rueda de prensa. Gran parte del metraje está rodado bajo el agua, una circunstancia que complicó aún más el propio rodaje, tanto para el equipo técnico como para los actores. «Ha sido bastante complicado -afirmó por su parte Rodríguez-, se ha hecho poco en España, sobre todo el hecho de narrar tanto tiempo bajo el agua. No teníamos un referente, pero estábamos convencidos de que buena parte de las escenas había que rodarlas bajo el mar. Contactamos con un equipo especializado y con un buzo sueco y con ellos fuimos poco a poco viendo cómo rodar». El hecho de rodar gran parte bajo el agua fue un gran handicap para los actores principales. «Me dio un ataque de ansiedad cuando me puse la válvula, ¡pero en la superficie! ¡El primer día! No había ni entrado en el agua. Anteriormente hice una película, ‘Los destellos’, y mi personaje tenia una miocarditis y se ahogaba, y, como el cuerpo tiene memoria, yo también me ahogaba. Fui calmándome poco a poco y luego fuimos haciendo ya todo. Pero romper eso... Luego estaba el tema de rodar. Tienes que ponerte en primera en el agua y eso es algo muy difícil, tenías que aprender a relajarte para que el equipo de coordinadores te colocara en tu sitio. Es tela marinera actuar debajo del agua», detalló Antonio de la Torre. OBREROS DE DEBAJO DEL AGUA Los papeles que han protagonizado ambos actores les han llevado a conocer un universo que desconocían. «A mí me pasa mucho, en general tengo la obsesión de buscar un referente de la realidad para mis papeles, que te los creas. Cada trabajo es mi obsesión. Por suerte, hemos tenido buzos aquí, como Jesús del Moral, que hizo un papel en la película, el equipo de buceo... Observarlos, verlos, su manera de pensar... son un colectivo muy reducido, como unos 1.000 en España, obreros de debajo del agua. Peor que en la mina. He intentado entender cómo vive esta gente. Siempre intento vampirizar la realidad y espero que algo se me pegara gracias a esta gente», sentenciaba el actor. Lennie, por su parte, también mencionó la preparación a la que se sometieron antes del rodaje, y lo importante que fue conocer a buceadores profesionales. «Yo estuve muy poco debajo del agua, pero sí que fue como empezar a entender lo que estábamos haciendo. Es gente muy particular. Esto atraviesa mucho la identidad de la gente. Cuando parte de tu vida pasa debajo del agua, hay algo que cambia. Hicimos esta formación en una piscina en Sevilla, fuimos poco a poco superando etapas. Ponerte ese casco de 20 kilos, confiando en un cable que se llama umbilical... hay cosas que impresionan bastante». A juicio de Zuazua, como productor «ha sido un reto increíble, un I+D continuo. Teníamos algo de experiencia en rodajes marítimos en superficie, pero no bajo el agua. De todas formas, ha sido una gran aventura y estamos muy contentos con el resultado». BUZOSBárbara Lennie: «Es gente muy particular. Esto atraviesa mucho la identidad de la gente. Cuando parte de tu vida pasa debajo del agua, hay algo que cambia».