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GENOCIDIO EN GAZA

Netanyahu dice aceptar el plan de Trump, pero «acabará el trabajo»

Benjamin Netanyahu dijo apoyar el plan de Donald Trump para Gaza, pero se mostró dispuesto a «acabar el trabajo» en la Franja. «Esto se hace por las buenas o por las malas», amenazó. El plan de alto el fuego prevé la liberación de todos los prisioneros israelíes, una retirada parcial de tropas «por fases», el desarme palestino y un gobierno colonial dirigido por Trump y Tony Blair.

Benjamin Netanyahu y Donald Trump, en la Casa Blanca. (AFP)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su plan para Gaza, que incluye un alto el fuego en la ofensiva israelí, la liberación de todos los prisioneros israelíes en la Franja y el establecimiento de un «gobierno de transición» supervisado por una junta presidida por el propio Trump y dirigida por el ex primer ministro británico Tony Blair.

Tras la reunión entre ambos mandatarios, Netanyahu dijo aceptar el plan «que coincide con nuestros objetivos bélicos», pero advirtió de que Israel «acabará el trabajo» en Gaza de cualquier manera. «Esto se puede hacer por las buenas o por las malas», subrayó, amenazando con seguir atacando a los palestinos si Hamas no acepta el plan o trata de cambiarlo.

El primer ministro dejó poco margen al futuro del territorio que los 20 puntos del plan trataban de definir, al insistir en que Israel seguirá controlando su seguridad.

El plan prevé que Gaza sea «una zona libre de terrorismo y no representará una amenaza para Israel», una afirmación que da pie a una amplia interpretación para que Netanyahu pueda romperlo a su antojo.

Se recoge un alto el fuego inmediato y el repliegue por fases de las fuerzas israelíes, pero obliga a las fuerzas palestina a liberar en 72 horas a todos los prisioneros, tanto vivos como muertos, cuando las tropas israelíes apenas hayan cumplido una tercera parte de la retirada, que además no será total. Por su parte, Israel liberaría a 250 presos palestinos condenados a cadena perpetua y a 1.700 gazatíes detenidos tras el 7 de octubre.

En cuanto a Hamas, se comprometería a «coexistir pacíficamente» y a desarmarse.

Trump excluye a todas las facciones palestinas del Gobierno de Gaza, rechazando su participación «ni directa ni indirectamente» y la dejaría indefensa, con una desmilitarización bajo supervisión internacional. Encarga a «países de la región» que Hamas yuotros grupos cumplan estos compromisos y que Gaza no represente una «amenaza para sus ciudadanos ni vecinos».

Gaza será administrada, según el plan de EEUU, por un comité tecnocrático supervisado por una «Junta de la Paz» internacional presidida por el propio Trump y que incluirá a Tony Blair.

Posteriormente, prevé el traspaso a una Autoridad Palestina que Israel exige «sometida a una reforma radical», aún más sumisa que la actual presidida por Mahmud Abbas.

Una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF), apoyada por EEUU y socios árabes, se encargaría de mantener la seguridad interna y de fronteras, con el control de Egipto e Israel.

Para el régimen sionista, el reto supone el compromiso de no ocupar ni anexar Gaza, y la retirada progresiva para transferir el control del territorio a la ISF aunque se le otorga «un perímetro de seguridad».

Otro desafío para Netanyahu y que siembra dudas sobre su intención de cumplirlo son los puntos que abren la posibilidad de «la autodeterminación y la creación del Estado palestino», eso sí, conforme avance la reconstrucción y condicionado a que se cumplan las «reformas» en la Autoridad Palestina. El plan excluye los desplazamientos forzosos y recoge que quienes se vayan voluntariamente tendrán derecho a regresar.

Tras la aceptación del acuerdo, señala también la entrada de toda la ayuda humanitaria necesaria para Gaza y su distribución sin interferencias y a través de las agencias de Naciones Unidas, que Israel por ahora rechaza.

La propuesta se cierra con el señuelo de un plan de desarrollo económico. Sobre el papel, Trump parece dejar atrás la idea del «resort» de lujo sin palestinos.

TRUMP PRESIONA A HAMAS

«Si Hamas rechaza el acuerdo, lo cual es posible, serán los únicos en oponerse. Todos los demás lo han aceptado», afirmó Trump, que dijo que, en todo caso, tiene la sensación de que habrá «una respuesta positiva». «Si no es así, como bien sabes, Bibi (diminutivo con el se refirió a Netanyahu), contarás con un mayor respaldo para tomar las medidas necesarias», añadió el presidente de EEUU. «Él entiende que ya es hora (de buscar un acuerdo de paz)», dijo Trump sobre el mandatario israelí.

Hamas afirmó ayer que todavía no había recibido el plan estadounidense.

El documento no incluye a ninguna figura palestina para el Gobierno de transición de Gaza, pero filtraciones al diario “Haaretz” apuntaban a una junta con unos siete miembros y solo se prevé que uno sea palestino, «del sector empresarial o de seguridad», aunque se incluirían representantes nombrados por países árabes del Golfo o Egipto.

En cualquier caso, Trump se reserva la máxima autoridad dentro del organismo, que pactaría la estrategia de seguridad con actores externos, como Israel, Egipto y EEUU.

Medios palestinos criticaron la exclusión de la participación palestina en este Ejecutivo y en el futuro de Gaza, una perspectiva aún más sombría por la presencia de un personaje como Blair, que ya fue representante del fracasado Cuarteto (ONU, EEUU, la UE y Rusia), iniciativa de 2002 para Palestina.

«Ya hemos estado bajo el colonialismo británico. Tiene una reputación negativa aquí. Si mencionas a Tony Blair, lo primero que la gente menciona es la guerra de Irak», criticó Mustafa Barghouti, secretario general de la Iniciativa Nacional Palestina en el “Washington Post”

Husam Badran, miembro de la oficina política de Hamas, afirmó que el pueblo palestino no necesita ser tutelado y que Blair debería ser juzgado por su papel en la invasión de Irak en 2003.

«¿Tony Blair? Demonios, no», publicó en X Francesca Albanese, relatora de la ONU para Palestina.

Trump generó expectativas declarando que estaba «muy cerca de un acuerdo sobre Gaza», pero en otras ocasiones también lo ha hecho sin resultado. Israel ha saboteado hasta ahora las negociaciones, pero el presidente de EEUU tiene prisa por presentar un mínimo logro que sumar a las guerras que dice haber solucionado y, además, echar un cable a su aliado israelí, cada vez más aislado en el mundo.

Ayer, tras presentar el plan llegó a afirmar incluso que cree que «en algún momento» Irán se unirá como nuevo firmante de los Acuerdos de Abraham, para normalizar la relación entre Israel y las naciones musulmanas.

Horas antes de la reunión entre Trump y Netanyahu, el ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, había presentado las «líneas rojas» que le marcó el ultrasionismo religioso: el rechazo a un Estado palestino, la permanencia indefinida del Ejército israelí en Gaza, y el desarme y retirada de Hamas, pero también el rechazo a cualquier intervención de Qatar.



EHU denuncia el genocidio palestino

Representantes de la comunidad de Euskal Herriko Unibertsitatea (EHU) se concentraron ayer en los campus de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa para rechazar el «insoportable sufrimiento» infligido al pueblo palestino y denunciar «enérgicamente, el apartheid que el Gobierno y el Ejército de Israel están practicando en Gaza y Cisjordania». Además, pidieron «respeto y aplicación del derecho internacional humanitario» en la Franja para que, «de una vez por todas, entre la ayuda humanitaria».

Las concentraciones respondieron a la convocatoria del equipo rectoral para celebrar un paro institucional «como muestra de solidaridad con el pueblo de Palestina y la flotilla Global Sumud».

Profesores, alumnos y personal de la institución académica se situaron tras una gran bandera palestina que portaron como pancarta, en la que se podía leer «EHU Palestinarekin. Stop genocide».

Al término de las protestas, se leyó un poema de la escritora Fadwa Tuqan «para enviar un mensaje de solidaridad hasta su lugar de nacimiento, Palestina». «No es una opción quedarnos callados», insistieron. GARA



Batzordeak lanuztera deitu du CAFen

CAFeko enpresa batzordeak Beasaingo bulego orokorren aurrean lanuztera eta elkarretaratzera deitu du bihar, 10.00etatik 11.00etara, konpainiaren zuzendaritzaren «zinismoa» salatzeko, Jerusalemgo tranbiaren proiektuan «bere erantzukizuna saihestu egin duelako».

Joan den astean zuzendaritzak argitaratutako komunikatua gaitzetsi zuen batzordeak, eta argi utzi zuen ez duela «inolaz ere» islatzen langileen iritzia. Enpresaren oharrean CAFek Jerusalemgo trenaren proiektuan «giza eskubideen urraketarik» ez dagoela azaldu zuen, NBEren iritziaren kontra. Aitzitik, «herritarrengan inpaktu positiboak eragiten dituela» adierazi zuen. Hain zuzen, hurrengo egunean, NBEk Zisjordaniako legez kanpoko kolonietan lan egiten duten enpresen zerrenda eguneratua argitaratu zuen eta hortxe sartu zuen CAF. Enpresa batzordearen ustez, CAFek «erantzukizun oro saihesten du», eta ezikusiarena egiten du tranbia horrek «legez kanpoko koloniak lotzen dituen azpiegitura batekin Israelen okupazioa sendotzeko balioko duela», eta, beraz, «ez dela beste proiektu bat, kolonizazio tresna bat» baizik.

«CAFeko zuzendaritzak aukera galdu du alde batera pauso bat emateko, langileok 2018tik eskatzen dugun bezala», esan zuen batzordeak, eta salatu zuen, «proiektu horretatik eta Israeldik urruntzeko formulak bilatu ordez, herrialde okupatzailearen tesia bere gain hartzen duela eta haren irudia zuritzea bilatzen duela, NBEren argudioei ere aurre eginez». «Patronalaren zinismoak ez du mugarik», ebatzi zuen. Langileen ordezkaritzak adierazi duenez, CAF ez da bakarra. NBEren zerrendan sartutakoez gain, «dozenaka enpresa daude Euskal Herrian Israelekin modu normalizatuan salerosten dutenak, eta patronalak eta erakundeak dira horren erantzuleak». GARA