Lecornu apura su último intento para formar otro Gobierno

El primer ministro en funciones del Estado francés, Sébastian Lecornu, aceptó ayer, por petición del presidente, Emmanuel Macron, iniciar las «últimas discusiones» para tratar de garantizar la «estabilidad» del país, para lo cual convocó a «todas las fuerzas políticas» a una ronda de contactos que concluirá hoy.

Lecornu dimitió el lunes, pero Macron le dio 48 horas más para intentar formar un Gobierno con el que sortear la actual crisis política. Primero se vio con representantes de partidos afines, entre ellos los ex primeros ministros Gabriel Attal y Edouard Philippe.

Las «dos prioridades» pasan, según el Ejecutivo, por la aprobación de un nuevo presupuesto y por aclarar «el futuro de Nueva Caledonia». Los asistentes a la primera reu- nión habrían coincidido en la necesidad de encontrar «una solución rápida» a ambas.

Tanto Philippe, primer jefe de Gobierno de Macron, como Attal, presidente de su partido y ex primer ministro, aprovecharon para lanzar duras críticas al presidente. Philippe sorprendió al sugerir su dimisión diferida, propuesta sin precedentes en el macronismo. Attal, crítico con la disolución del Parlamento en el verano de 2024, declaró que, «como la mayoría de los franceses», no entiende sus decisiones.

Apuntado por todos como el responsable de la difícil situación que atraviesa el país, Macron está cada día más aislado, acorralado por sus errores y con los que han sido sus más fieles allegados poniendo en duda sus decisiones.

Ayer se reunió con los presidentes de la Asamblea francesa, Yaël Braun-Pivet, y del Senado, Gérard Larcher, lo que se interpretó como una posible disolución de las Cámaras y adelanto de las legislativas, para las que medios como “Le Canard Enchainé” ponen fecha: 16 y 23 de noviembre.

EN BUSCA DE CONSENSO

El adelanto electoral parece la salida más lógica si Lecornu no logra armar un consenso, algo que parece difícil. Ni siquiera fue capaz de sentar juntos a los partidos que integran el Ejecutivo. No acudió la centrista UDI, que ha decidido alejarse del macronismo. Distancia que quiso mostrar también Les Republicans, cuyo presidente, Bruno Retailleau, precipitó la caída del Gobierno en el que acababa de ser mantenido como ministro de Interior.

La extrema derecha no acudirán a la cita, ya que no contempla otra opción que convocar elecciones. La France Insoumise quiere la renuncia de Macron y apela a resucitar el frente común, pero PS y PCF toman distancia y apuestan por un cambio con un «Gobierno de izquierdas».