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SEGUNDA

El Eibar se estanca en los números rojos

Aumenta ingresos y recorta gastos, pero cerró el último ejercicio con 1,9 millones de pérdidas, que se van a los 5 en el presupuesto actual. En el club armero lamentan la falta de apoyo institucional.

La Junta General Ordinaria del Eibar se celebrará dentro de un mes. (SD EIBAR)

El Eibar celebrará su Junta General Ordinaria el 27 de noviembre y las noticias que recibirán los accionistas no serán buenas. El club se ha estancado en los números rojos, que amenazan con convertirse en un problema estructural.

El ejercicio 2024/25 ha sido el cuarto consecutivo en cerrarse con pérdidas. Son un 20% inferiores a las presupuestadas, pero alcanzan los 1,9 millones de euros. Peor aún, el presupuesto elaborado para la campaña actual las eleva a los 5,29 millones. Se debe principalmente a la falta de ingresos extraordinarios previstos, normalmente por la venta de jugadores, y que en el último balance se acercaron a los cuatro millones. También a que las amortizaciones del inmovilizado, previsiblemente por la Ciudad Deportiva, duplican su peso para colocarse en los 1,6 millones de euros.

El Consejo de Administración sigue reduciendo gastos y aumentando los ingresos que no dependen de la televisión. Pero estos siguen siendo el gran sostén de las cuentas y no dejan de caer como consecuencia del rendimiento deportivo; y el resto no se mueve a la velocidad necesaria para alcanzar el equilibrio presupuestario. Por eso, el principal objetivo de los dirigentes eibarreses pasa por aumentar los ingresos ordinarios.

«No es algo puntual, que venga alguien y ponga ese dinero, porque no tenemos un problema de tesorería, sino de generación de ingresos», explica Amaia Gorostiza, recordando las dificultades que entraña la singularidad del Eibar. «Somos el club con mayor porcentaje de socios respecto a su población, pero no llenamos un campo de 40.000, y es lógico que un patrocinador tenga más interés en publicitarse en el campo de una capital de provincia que en un pueblo de 27.000 habitantes».

Mientras buscan cómo generar ingresos recurrentes, los dirigentes armeros agradecerían el apoyo de las instituciones que sí reciben otros clubes de elite. «Necesitamos apoyo institucional. No lo hemos tenido durante los diez últimos años y sería importante. Tampoco lo hemos tenido en las infraestructuras, que hemos hecho con nuestros propios recursos -recuerda el consejero Joseba Unamuno-. Queremos sentirnos arropados».

Gorostiza ha mostrado a menudo su disgusto con la discriminación que padece el Eibar. No es una sensación subjetiva. La Autoridad Vasca de la Competencia, por ejemplo, emitió en 2021 un informe sobre el reparto de ayudas al fútbol base guipuzcoano, en el que se tildaba de «ayuda de Estado incompatible con el mercado interior» el convenio por el que solo los clubes convenidos con la Real Sociedad pueden acceder a las ayudas públicas. Una norma que «discrimina» al Eibar, al que le ha supuesto «una merma económica». Pero el informe no es vinculante y, denuncia una vez más la presidenta, «desde 2016 no hemos recibido un euro» por el trabajo con el fútbol base, pese a que el club cuenta con trece equipos, cuatro de ellos femeninos, por debajo de los dos profesionales. «Al menos 16 de los 22 equipos de Segunda tienen acuerdos de patrocinio con sus instituciones. En la Liga F, al menos 11 de 16. Nosotros no. En el equipo Genuine, tenemos apoyo de la Liga. En el PC (parálisis cerebral), nada, pese a que somos el único equipo vasco que tiene esta modalidad».

Tampoco ha habido ayudas públicas para la construcción de la Ciudad Deportiva, ya en funcionamiento, y que ha costado 30 millones. Un «hito» del que el club espera obtener rendimiento social, económico y, sobre todo, deportivo.