Sánchez tacha de «circo» la comisión dominada por el PP

«Un exitazo la estrategia de Feijóo. Creo que este fue su éxito definitivo», dijo con sarcasmo el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, el único dirigente con cartera en el Ejecutivo que acompañó a Pedro Sánchez al Senado. A las 9.04 de ayer el presidente de la comisión, Eloy Suárez (PP), puso en marcha una comparecencia histórica, la primera en 21 años con un jefe de Gobierno en ejercicio y, en realidad, la primera en la que un mandatario estaba cuestionado (en 2004, José Luis Rodríguez Zapatero compareció en la comisión del 11M). Sánchez respondió una de las pocas novedades que aportaría durante la mañana al admitir que «en alguna oportunidad» ha recibido pagos en metálico «contra factura» por parte del PSOE, dando a entender que fue por viajes u hospedaje siendo dirigente de su partido, pero puso énfasis en que eso es «muy diferente a dinero B». También dijo que «no lo conozco», cuando María Caballero (UPN) mostró una foto de él junto al comisionista Víctor Aldama. Tachó la comisión de «difamación» y luego de «frustración» (la del PP), lo que le valió la regañina del presidente de Suárez, que le exigió «respeto», ante lo que Sánchez recalcó: «Para mí esto es un circo»

Por parte de EH Bildu fue su portavoz Gorka Elejabarrieta quien incidió la «tolerancia cero a la corrupción, en este caso también», pero añadió que su formación es «consciente de que existe una operación a gran escala del Estado profundo y orquestada por PP y Vox para echar» al PSOE. Opinó que, ante la falta de evidencias contundentes, se puede «concluir que a Santos Cerdán le hacen lo que le hacen por la relación que ha tenido» con EH Bildu.

Elejabarrieta insistió en preguntar a Sánchez, ante sus evasivas, si podía afirmar que había «impulso político» detrás de las investigaciones judiciales, a lo que el líder del PSOE respondió: «Creo que es evidente». Hizo varias preguntas concretas sobre la financiación de las primarias que ganó el presidente del Gobierno («fueron limpias», respondió éste); sobre si Leire Díez hizo encargos para el partido («no, que me conste a mí») y sobre su pendrive («lo hemos puesto en manos de la Fiscalía»).

Pasado el mediodía llegó el momento más esperado: el PP eligió al senador por Cuenca, Alejo Miranda, para embestir contra Sánchez. Con formas más cercanas a la barra del bar que a un debate de la Cámara Alta, le preguntó si se avergonzaba de lo presuntamente realizado por Koldo García, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, a lo que se negó a responder, y entonces Miranda gritó: «¡Sí o no, yo pregunto y usted responde!». «Esta es una comisión inquisitorial, parecen Torquemada», dijo el presidente.