09 NOV. 2025 Compromiso(s) con Palestina «porque nada es suficiente y todo es necesario» La iniciativa popular Gernika-Palestina presentó ayer el manifiesto «Palestinarekin bat-Konpromiso bat» en el que se pide «compromisos que den ejemplo» para proteger al pueblo palestino, que es una prueba para la humanidad y ha colocado a todos ante el espejo. Un pueblo que, a pesar del alto el fuego, «sigue sometido a limpieza étnica». El manifiesto «Palestinarekin bat-Konpromiso bat» fue presentado ayer en Donostia. (Andoni CANELLADA | FOKU) Mikel ZUBIMENDI DONOSTIA {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} La mañana lluviosa dejaba ver una bahía de la Concha de tonos grises, de fútbol playero sobre la arena y pequeños veleros surcando las aguas, una vista espectacular antes de la presentación de una inciativa muy particular. Un rincón de belleza en la costa vasca donde no se olvida que hay otra costa, en el Mediterráneo oriental, de una franja de territorio de 365 kilómetros cuadrados donde más de 2 millones de personas luchan por sobrevivir, donde, de hecho, vivir es el acto último de resistencia. El Palacio Miramar acogió ayer la presentación del manifiesto “Palestinarekin bat-Konpromiso bat” de la iniciativa ciudadana Gernika-Palestina. Además, se escucharon multitud de testimonios, algunos llegados desde la martirizada Gaza, otros como el de Saif Abukeshek, coordinador europeo de la Flotilla que intentó -«y volveremos a intentar»- romper el bloqueo naval israelí o el de Bárbara Ruiz, responsable de Unrwa Euskadi. O la de quienes desde diferentes ámbitos de la sociedad vasca (rectorado de EHU, Athletic Club Fundazioa, Donostiako Udala o Yala Nafarroa) ofrecen ejemplos de compromisos concretos, de solidaridad que se puede coger con la mano. LÍNEA AMARILLA MORTAL La jornada arrancó con el testimonio de dos gazatíes cuya voz fue la de sus familias, la de quines no pueden hablar directamente al mundo. Sus palabras sacudieron al auditorio. Hablaron de un alto el fuego que no ha detenido la limpieza étnica, que ha trazado una «línea amarilla» en Gaza, partiéndola en tres partes y confinando a la población en 180 kilómetros cuadrados. Una línea que atrapa a cientos de miles de palestinos, dejándolos sin tierras agrícolas. Intentar cruzarla supone ser tiroteado, aunque sea para ivolver a la que una vez fue su casa y ver si sigue algo en pie. La limpieza étnica sigue en un territorio con un sistema de salud colapsado, donde conseguir comida que no esté caducada es extremadamente caro, que no tiene agua potable, donde se bañan en el mar, donde no entran tiendas de campaña ni materiales para la reconstrucción, donde a falta de leña queman plástico para calentarse y cocinar. En este contexto de anuncios de acuerdos de alto al fuego que no han traido cambios sustanciales ni han puesto freno al genocidio, y que pueden tener potencial desmovilizador, «es momento de más apoyo y de materializarlo en compromisos concretos». COMPROMISOS QUE INSPIREN Esa fue la idea en la presentación del manifiesto “Palestinarekin bat-Konpromiso bat”, que apoyó multitud de agentes políticos y sociales, y que en el que se lee lo siguiente: «En Euskal Herria debemos asumir y organizar compromisos que sirvan de ejemplo. Compromiso para proteger a Palestina y dar pasos en la solidaridad activa (en el ámbito económico y humanitario). Compromiso para romper relaciones con los genocidas y, en general, incorporar un código ético en nuestras prácticas. Compromiso para exigir el respeto y la aplicación del derecho internacional». Palestina es un espejo para la humanidad, nos ha puesto a prueba a todos. Como dijo ayer una representante de ese pueblo, «no queda otra que seguir». Quizás no puedas ir contra todo el mundo todo el rato, quizá el desgaste sea natural, pero el pueblo palestino seguirá viviendo y luchando. Para parar el genocidio, «nada es suficiente pero todo es necesario». A eso quiere responder, precisamente, el llamamiento que ayer se hizo a los hijas y las hijas de Gernika, a toda Euskal Herria. ACTO DE REBELDÍA«Los palestinos son un pueblo que está siendo llevado más allá de los límites de lo humano, pero que no pide que se tenga pena por ellos. Un pueblo que no ha perdido la esperanza, un pueblo para el que vivir es un acto de rebeldía», señalaron.