El Athletic pone fin a su agónica espera haciéndose con el derbi contra el Eibar

Diez jornadas ha necesitado el Athletic para celebrar su primera victoria del curso y fue a hacerlo contra un Eibar en su mejor momento, que había sumado seis puntos en sus dos últimos desplazamientos. Y que se vio cerca de apuntarse otra muesca porque el primer tiempo se jugó tal y como quiso el conjunto armero. Además, vio cómo le anulaban un gol. Pero nada pudo hacer contra la «ley de la ex»: nada más empezar la segunda pate, Ane Campos rompió la igualada, marcando su primer gol con la camiseta rojiblanca. Azkona sentenció en la recta final y las bilbainas respiran por fin. También Javi Lerga.

El técnico se dio el gustazo de incluir a Clara Pinedo primera vez en el once titular, en el que también entraban Agote y Ane Campos. Por la parte visitante, la cláusula del miedo envió a la grada a Iribarren y Garazi, que lo había jugado todo hasta ayer.

Mucho más tranquilo que su rival después de que los últimos resultados le hubieran aupado a la décima plaza, el Eibar intensificó la guerra psicológica que tan bien se le da, presionando ariba a un Athletic al borde de la histeria. Le dio resultado e inmediato. O casi. Porque en el minuto tres, un error de Oguiza permitió a Clement llevarse el balón hasta el área para batir a Nanclares. Pero en su camino se llevó por delante a Landaluze y Bibi, incapaces de frenar a la tanzana, y tras la primera de las muchas revisiones eternas que sufrió el encuentro, la colegiada anuló el tanto.

Se mantuvo el empate y también el nerviosismo de las vizcainas. Hasta tres remates realizaron dentro del área Etxezarreta y Mireia en una falta que a duras penas pudo atrapar finalmente Nanclares. A todo esto, el Athletic solo se había acercado con un par de carreras de Elexpuru.

Conforme se acercó el descanso, el Athletic se hizo con el dominio absoluto de territorio y balón, pero ambos fueron inocuos. Ante un rival que se defendía con calma y fuerza, solo Sara Ortega fue capaz de rematar entre los tres palos, pero su tímido disparo desde la frontal lo detuvo abajo Astralaga sin problemas.

El partido cambió por completo nada más arrancar la segunda parte. Por fin sorprendió el ataque local y, además, acertó. Como no hay peor cuña que la de la propia madera, fue Ane Campos, que este verano fichaba por el Athletic tras seis temporadas como azulgrana, la que tocó en el primer palo un centro de Agote para despistar a Astralaga, que vio cómo se le colaba el balón por abajo.

Al Eibar, tan cómodo cuando el marcador le sonríe, le pesa la iniciativa. Y además se encontró con un rival que, contra pronóstico teniendo en cuenta situación y antecedentes, convirtió la ventaja en confianza y no en miedo a perderla. Tampoco es que Astralaga sufriera precisamente un bombardeo, pero anduvo más ocupada que Nanclares, pese a que el Eibar no se rindió.

OXÍGENO Y ENFADO

Agradecieron las armeras que Iñaki Goikoetxea metiera oxígeno arriba. Y se volvieron a enfurruñar con la árbitra. Esta vez por un posible penalti de Valero a Carmen Álvarez. Lo pareció en directo y en la revisión, pero no fue el caso de Acevedo Dudley.

Menos dudas aún hubo, lo que hace incomprensible la minutada que conllevó otra vez la revisión de la jugada, en el gol de Ane Azkona, que sentenciaba el encuentro en la recta final. La capitana, que había entrado en la segunda parte, se llevó un balón al hueco de Ane Campos para marcar con un tiro ajustado al palo.

Ni así se rindió el Eibar, que rozó el gol con un centro de Iara que Valej, solísima en el área, cabeceó fuera. Jone Amezaga respondió, ya en el descuento, haciendo el tercero, pero la colegiada anuló por nanométrico fuera de juego.

No les importó a las rojiblancas, que celebraron la victoria como un título. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta lo que le ha costado llegar.